Objetivo: mejorar la seguridad en las calles
Presidente de J¨®venes contra la IntoleranciaPadre de un joven asesinado en MadridToxic¨®mano y ex atracador de bancos
La seguridad ciudadana, un asunto que fue uno de los ejes de anteriores campa?as electorales, no tiene el mismo protagonismo en la presente (al menos por el momento...). La polic¨ªa interpretra que ello se debe a que en el ¨²ltimo a?o se han rebajado los ¨ªndices de criminalidad, sobre todo en lo referente a atracos y tirones, modalidades delictivas ¨¦stas que tienen gran influencia en la seguridad callejera de las grandes urbes. No obstante, el fiscal general del Estado, Carlos Granados, reconoce que hay una importante cifra negra de delitos que los ciudadanos no denuncian por los m¨¢s diversos motivos. Los principales partidos pol¨ªticos coinciden en que es necesario aumentar la "presencia policial" en las ciudades. Interior acepta que ¨¦ste es un buen m¨¦todo para combatir la sensaci¨®n de inseguridad, algo que en muchas ocasiones se basa en una apreciaci¨®n m¨¢s psicol¨®gica que real.
La seguridad ciudadana ha sido uno de los temas centrales de anteriores campa?as electorales. En la presente no parece que vaya a ocurrir lo mismo, al menos por el momento. "Eso prueba que no lo estamos haciendo tan mal", se apresura a argumentar un alto mando policial.Sin embargo, es probable que la seguridad ciudadana vuelva a ser objeto de viva pol¨¦mica pol¨ªtica y social cuando a finales del pr¨®ximo mayo entre en vigor el nuevo C¨®digo Penal y se produzca la previsible excarcelaci¨®n de unos 2.000 presos. Esto, sin duda, dar¨¢ pie a algunos a sostener posiciones. apocal¨ªpticas.
En la ¨²ltima memoria del fiscal general del Estado, Carlos Granados, consta que los jueces incoaron 2.563.379 diligencias previas en 1994, lo que supone unas 137.000 m¨¢s que el a?o anterior. El mismo Granados advierte que "son muchos los procedimientos que se inician por diligencias previas que concluyen por archivo" al comprobarse que no revisten caracteres de de lito. Pero tambi¨¦n - reconoce que "son considerables" los hechos que no se denuncian "por razones morales, falta de fe en la justicia, ahorro de molestias, temor a posibles represalias, amenazas o arreglo t¨¢cito", lo que origina las llamadas cifras oscuras o negras de la delincuencia.
Es innegable que las estad¨ªsticas no reflejan con exactitud el n¨²mero de delitos ni de delincuentes reales, aunque sirven para tener una idea aproximada del ¨ªndice de criminalidad. Y, claro, cada uno puede hacer esa aproximaci¨®n seg¨²n su particular visi¨®n.
Los delitos contra la propiedad siguen representando aproximadamente las dos terceras partes de los denunciados, manteni¨¦ndose esta tendencia duran te los ¨²ltimos a?os. En 1994, los espa?oles denunciaron 105.689 robos con violencia o intimidaci¨®n, modalidad ¨¦sta que es una de las principales causantes de inseguridad ciudadana. Los hurtos -unos 500.000-, las estafas y las apropiaciones indebidas contin¨²an en ascenso desde 1991, lo que parece confirmar lo dicho por grandes maestros del derecho, especialmente los representantes del positivismo criminol¨®gico italiano, quienes pronosticaron la progresiva disminuci¨®n de la criminalidad violenta y el aumento de la delincuencia basada en la astucia. De hecho, los parricidios, asesinatos y homicidios tienden a disminuir: en el a?o 1994 se registraron 731 casos, frente a los 1.093 contabilizados en 1993. En las zonas urbanas se produjeron 576 delitos contra la vida, frente a los 641 registrados en 1994, seg¨²n el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, de lo que puede deducirse que no es verdad que aumenten los delitos de sangre.
Esteban Ibarra
"Hay familias que nos llaman desesperadas porque tienen la sensaci¨®n de que sus hijos est¨¢n en peligro", dice Esteban Ibarra, pres¨ªdente de J¨®venes contra la Intolerancia, una asociaci¨®n en alerta constante ante los casos de violencia protagonizados por rapados.Ibarra opina que en Madrid y varios pueblos de alrededor hay zonas de alto riesgo". Son aquellas en las que se produce una gran aglomeraci¨®n de chicos durante las noches del fin de semana y donde, por el contrario, "no hay ninguna patrulla ni de la Polic¨ªa Nacional ni de la Municipal". Tres j¨®venes han muerto en Madrid durante os ¨²ltimos meses a manos de cabezas rapadas, una tribu claramente conectada la ultraderecha, seg¨²n Ibarra. ?ste se?ala que la polic¨ªa tiene fichadas en toda Espa?a a 2.431 personas vinculadas a grupos violentos, 500 de ellas residentes en Madrid.
Jos¨¦ Eduardo Gonz¨¢lez
Mayor presencia policial mayor colaboraci¨®n de todos los ciudadanos en la persecuci¨®n de los violentos. ?sta es la f¨®rmula que propone Jos¨¦ Eduardo Gonz¨¢lez, padre de un chico recientemente asesinado en Madrid, para atajar el clima de inseguridad que hay en las arandes urbes. "Como hay v¨ªctimas que tienen miedo, no denuncian. Y, por otra parte, los testigos de un delito tambi¨¦n tienen miedo y tampoco colaboran con la polic¨ªa. Yo creo que hay que romper este c¨ªrculo vicioso. Hay que ser valientes y acabar con la impunidad de los violentos", dice Gonz¨¢lez, cuyo hijo, David, muri¨® acuchillado en Moncloa (Madrid), en una zona frecuentada por estudiantes."Los j¨®venes son los mas afectados por la inseguridad ciudadana porque son los que m¨¢s viven en la calle", se lamenta Jos¨¦ Eduardo Gonz¨¢lez.
Miguel ?ngel Grande
"No he conocido a nadie que robe para comer, aunque supongo que habr¨¢ alg¨²n caso aislado". As¨ª de rotundo es Miguel Angel Grande, 39 a?os, que a los 19 ya empez¨® tener problemas con la justicia. A causa de eso ha pasado dos lustros de su vida entre rejas."A los 17 a?os me enganch¨¦ a la droga... y la forma m¨¢s rapida de obtener dinero es robarlo", recuerda ahora, mientras est¨¢ dentoxic¨¢ndose en un centro del Proyecto Hombre. Con navaja o con pistola, Grande se especializ¨® en atracos a bancos. Hoy da "gracias a Dios por no haber herido nunca a nadie", a pesar de que ser un hombre demasiado violento".
La drogadicci¨®n es un fen¨®meno estrechamente unido a los delitos que influyen en a seguridad ciudadana, se?ala Miguel ?ngel. Pero no es partidario de que el Estado facilite droga gratis a los toxic¨®manos.
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