El Banco Santander tomar¨¢ "las acciones civiles y penales que sean necesarias" contra Hachuel
El Banco Santander tomar¨¢ las acciones civiles y penales que sean necesarias contra Jacques Hachuel y "los deudores que no paguen". Contra Hachuel ya present¨® una querella por estafa y alzamiento de bienes el viernes. Emilio Bot¨ªn, presidente de la entidad, lo anunci¨® ayer de forma tajante en la junta general extraordinaria celebrada en Santander en respuesta al financiero, que tom¨® la palabra en el turno de ruegos y preguntas. Para intervenir, Hachuel hab¨ªa comprado el pasado 5 de febrero 100 acciones del banco, al que debe 8.900 millones de pesetas. Bot¨ªn evit¨® entrar en pol¨ªtica -quiz¨¢ porque nadie le pregunt¨®- aunque s¨ª hizo una encendida defensa de Maastricht y reiter¨® su oposici¨®n a que siga la concentraci¨®n bancaria.
"Nuestras obligaciones son que los deudores paguen y pondremos en marcha todas las acciones civiles y penales que sean necesarias para ello". Emilio Bot¨ªn lo ten¨ªa todo preparado ante la anunciada intervenci¨®n de Jacques Hachuel y ¨¦ste no le defraud¨®. Cumpli¨® con su amenaza y acudi¨® a la junta. Hachuel, que se hab¨ªa situado en un lateral del patio de butacas del Palacio de Festivales, irrumpi¨® en escena en el turno de ruegos y preguntas para intervenir en tercer lugar. Hizo una intervenci¨®n concienzudamente preparada. El financiero, que desvel¨® que ya le hab¨ªa anunciado a Bot¨ªn la intervenci¨®n un d¨ªa antes, lanz¨® una bater¨ªa de preguntas:En relaci¨®n con la intervenci¨®n abierta por la fiscal¨ªa de Manhattan (Nueva York) al Santander "deseo que me informe sobre si se ha emitido por dicha fiscal¨ªa alguna citaci¨®n que afecte a alg¨²n directivo del banco en Nueva York ?cu¨¢l es el objeto de dicha investigaci¨®n? ?Existe alg¨²n riesgo de responsabilidades econ¨®micas para el banco por esa investigaci¨®n y alguna provisi¨®n en las cuentas anuales de 1995 para atender eventuales responsabilidades econ¨®micas?" En relaci¨®n a la informaci¨®n referente a la presentaci¨®n por el Santander de un acta complementaria a Hacienda, pregunt¨® si es o no cierta la informaci¨®n y cu¨¢l es el importe exacto del ingreso complementario realizado y si entre las personas a las que debiera haberse realizado la debida retenci¨®n se encuentran las sociedades Frhisant, Flhisant, Chehisant, Tolhisant y Belhisant. Por ¨²ltimo, en relaci¨®n a las inversiones realizadas por el Santander a trav¨¦s de sociedades radicadas en T¨®rtola (Islas V¨ªrgenes) pidi¨® que le confirmaran si las sociedades antes citadas conten¨ªan activos por valor de 190.000 millones y si fueron aportadas el 23-6-95 para la constituci¨®n de Parasant, radicada en Th¨®nex (Suiza). Y pregunt¨® si dichas sociedades no han sido disueltas a finales de 1995.
Hachuel, que seguramente desconoc¨ªa que no se somet¨ªan a aprobaci¨®n las cuentas del banco al ser junta extraordinaria, acab¨® su intervenci¨®n diciendo que se opon¨ªa a la aprobaci¨®n de esas cuentas. La animadversi¨®n de los accionistas que acudieron a la junta se reflej¨® en un profundo silencio y alg¨²n que otro extempor¨¢neo grito.
La siguiente intervenci¨®n, la de un jubilado del Santander llamado Mariano Sancha, fue la primera respuesta de la estrategia urdida por Bot¨ªn. Sancha se limit¨® a preguntar cu¨¢ndo hab¨ªa adquirido Hachuel las acciones. No tardar¨ªa en saberlo, ¨¦l y toda la junta. Hachuel es accionista del Banco Santander desde el pasado 5 de febrero, d¨ªa en que compr¨® 100 acciones, las que dan derecho a asistir e intervenir en la junta. Se da la circunstancia de que el d¨ªa siguiente 6 de febrero, Hachuel anunciaba en varios medios de difusi¨®n su decisi¨®n de intervenir en la junta y ped¨ªa votos de otros accionistas.
Bot¨ªn fue especialmente distante, altivo y contundente con Hachuel cuando le toc¨® responderle. "Es una junta extraordinaria y no tengo ninguna obligaci¨®n de responderle; pero en atenci¨®n al resto de los accionistas voy a dar cumplida contestaci¨®n". Pero le cedi¨® la palabra al auditor externo del banco, Enrique ?lvarez, de Arthur Andersen, que aclar¨® que "las cuentas anuales consolidadas del banco expresan en todos los aspectos significativos la imagen fiel del banco". Sobre las preguntas de Hachuel sobre las investigaciones de la fiscal¨ªa de Nueva York, dijo que el banco no necesita provisi¨®n espec¨ªfica; sobre el acta complementaria contest¨® que se refer¨ªan a operaciones en las que el banco ha intervenido como entidad gestora en nombre de otras entidades no vinculadas al grupo y que ser¨¢n recuperables, y respecto a las sociedades citadas por Hachuel, dijo que se hab¨ªan liquidado en 1993 y que por ello no figuraban relacionadas. Su patrimonio pas¨®, seg¨²n el auditor, a otra sociedad y tiene "como objetivo la optimizaci¨®n estrat¨¦gica, econ¨®mico-financiera
y fiscal de la organizaci¨®n internacional". El banco se ha cuidado mucho de introducir estas respuestas del auditor en la memoria.
Despu¨¦s, Bot¨ªn sigui¨® al ataque y cedi¨® la palabra al secretario general, Ignacio Benjumea, que adem¨¢s de desvelar que Hachuel hab¨ªa comprado las acciones el 5 de febrero, record¨® que las relaciones del financiero no son con el Banco Santander, sino con Banesto. Este banco, ahora bajo control del Santander, concedi¨® dos cr¨¦ditos de 7.500 y 6.566 millones de pesetas en 1989 y 1990 a dos sociedades de Hachuel, Portic y Servifilm. El saldo vivo en estos momentos es de 8.900 millones sin intereses. Es, precisamente, esta relaci¨®n de Hachuel con Banesto la que ha llevado al banco a presentar una querella por no haber entregado obras de arte por valor de 2.300 millones como pago de parte del cr¨¦dito. Las obras de arte han desaparecido de la sociedad que el financiero hab¨ªa entregado como aval a Banesto (v¨¦ase EL PA?S de ayer).
Bot¨ªn -sentado junto a su hermano Jaime, cerca de sus hijos Ana Patricia y Emilio y de su primo Emilio Alonso Bot¨ªn- puso el colof¨®n y entr¨® a matar: "La Memoria es de las m¨¢s completas que se pueden encontrar en el mundo, nuestras obligaciones son que los deudores paguen y pondremos en marcha todas las acciones civiles y penales que sean necesarias". Hachuel no tard¨® en desaparecer. No quiso hacer declaraciones, pero se cuid¨® de repartir fotocopias con las preguntas que hab¨ªa realizado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.