Los forenses dicen que Garc¨ªa Escalero es "irresponsable de sus actos"
?C¨®mo y d¨®nde debe purgar sus cr¨ªmenes el mendigo psic¨®pata? Despejada la autor¨ªa de los 11 asesinatos que el fiscal le atribuye (el acusado se declar¨® culpable), la principal cuesti¨®n que se plantea el tribunal (m¨¢xime tras o¨ªr decir a los psiquiatras que es un "enfermo irresponsable de sus actos") es si Francisco Garc¨ªa Escalero debe ser sometido a un tratamiento ambulatorio o encerrado en un manicomio hasta que se cure. De momento, la Audiencia suspendi¨® ayer el juicio -el mismo d¨ªa en que hab¨ªa comenzado- para encargar a los psiquiatras que vuelvan a explorarle y actualicen sus dict¨¢menes.
Garc¨ªa Escalero (de 41 a?os) reconoci¨® los 11 asesinatos, pero adujo que no recordaba nombres ni detalles, porque en todos ellos actu¨® guiado por una irreprimible "fuerza interior" que agitaba su instinto asesino. El fiscal, que le pide 106 a?os de c¨¢rcel, reclama que sea internado en un psiqui¨¢trico penitenciario.La decisi¨®n de suspender la vista y continuarla el pr¨®ximo viernes la adopt¨® el tribunal a instancia del abogado defensor, Jos¨¦ Emilio Rodr¨ªguez Men¨¦ndez: adujo que los informes sobre la personalidad de Garc¨ªa Escalero son antiguos y deb¨ªan revisarse. En los ¨²ltimos dos a?os, su cliente, aclar¨®, ha estado sometido a atenci¨®n m¨¦dica en un centro psiqui¨¢trico y "ha respondido al tratamiento".
"El meollo de la cuesti¨®n"
El "meollo de la cuesti¨®n", no es dilucidar si Escalero es autor de los cr¨ªmenes ("¨¦l mismo ha reconocido que s¨ª") sino d¨®nde y en qu¨¦ r¨¦gimen cumplir¨¢ su eventual condena. Los abogados de las v¨ªctimas consideraron innecesaria la nueva pericia, pues cabe practicarla "en fase de ejecudi¨®n de sentencia". El presidente del tribunal, Jos¨¦ Manuel Maza, entendi¨®, sin embargo, que la nueva exploraci¨®n deb¨ªa hacerse antes de la sentencia.El actual C¨®digo Penal (el nuevo entra en vigor el 24 de mayo, y no es de aplicaci¨®n en este caso) ofrece dos opciones: internarle en un hospital psiqui¨¢trico penitenciario (en Alicante hay uno) o someterle a tratamiento ambulatorio (o sea, el acusado tendr¨ªa que ir peri¨®dicamente a un centro sanitario, pero en r¨¦gimen de libertad). Si los forenses se ratifican en lo que ayer avanzaron -que es peligroso y puede volver a matar s¨ª queda libre-, la opci¨®n m¨¢s probable es enviarle de nuevo a Alicante. S¨®lo saldr¨ªa de all¨ª si el tribunal, con el, paso de los a?os y a la vista de su evoluci¨®n, lo autorizase.El interrogatorio de ayer de Garc¨ªa Escalero fue escueto. No desminti¨® su intervenci¨®n en los 11 cr¨ªmenes que, uno tras otro, y con macabros detalles, el fiscal le fue enumerando. "No lo recuerdo", "eso s¨ª lo recuerdo, pero estaba muy mal..." Fueron sus machaconas respuestas cuando el acusador trataba de refrescarle la memoria con los pormenores de sus cr¨ªmenes, los lugares y los nombres de v¨ªctimas.
-?Recuerda usted a Julio Santisteban, que le mat¨® en un descampado de Hortaleza?- inquiri¨® el fiscal.
-Por el nombre no lo recuerdo bien.
-?Recuerda que le acuchill¨® y que despu¨¦s le cort¨® el pene y se lo introdujo en la boca?
-No recuerdo. Estaba bajo el efecto del alcohol y de las pastillas. No sab¨ªa lo que hac¨ªa.
-?Recuerda usted, Francisco, en el invierno de 1991, que estaba usted con Juan ... ?
-Lo recuerdo muy mal. No sab¨ªa lo que hac¨ªa.
-?Recuerda que le clav¨® un cuchillo por la espalda y luego, con la navaja, le extrajo las v¨ªsceras...?
Muchas preguntas las contest¨® gesticulando con la cabeza, casi siempre agachada. Asintiendo o negando.
-?Y a una se?ora que estaba sentada en un banco, en la avenida de Am¨¦rica... que fueron usted y otro se?or ... ? [Se refer¨ªa el Fiscal a Ernesta de la Oca, una vagabunda de la que Garc¨ªa Escalero y un amigo suyo, mendigo como ¨¦l, abusaron e intentaron asesinar golpeando su cabeza con piedras. Se salv¨® de milagro. Garc¨ªa Escalero y su acompa?ante, no indentificado, la creyeron muerta y se marcharon].
-De eso, algo m¨¢s. La llevamos a un descampado. Ella estaba con mi compa?ero. ?l fue quien la toc¨®. Yo s¨®lo miraba. Recuerdo que mi compa?ero coji¨® una piedra...
Ernesta testific¨® ayer, y apoy¨® la versi¨®n de que fue el acompa?ante de Francisco Garc¨ªa Escalero quien la viol¨®, pero precis¨® que recibi¨® golpes de ambos.
La estrategia de los abogados de las v¨ªctimas se centr¨® en demostrar que Garc¨ªa Escalero era consciente de lo que hac¨ªa y que, para despistar a la polic¨ªa y ocultar huellas, quemaba los cad¨¢veres.
-Usted golpe¨® a Lorenzo -indic¨®, por su parte, el letrado de la familia de la octava v¨ªctima de Escalero. Se refer¨ªa a Lorenzo Barbas Marco, asesinado en septiembre de 1993 en un paso subterr¨¢neo de la avenida de Brasilia. La v¨ªctima dorm¨ªa en un colch¨®n. Escalero le golpe¨® "inesperadamente con una piedra en la cabeza" y le asest¨® varias cuchilladas. Ya insconciente, prendi¨® fuego al colch¨®n.
-No recuerdo- contest¨® sin alterarse, con voz apagada.
-Dice usted que le mov¨ªa [a asesinar] una voz interior.
-Era una voz que no recuerdo ahora mismo.
El forense Juan Jos¨¦ Carrasco describi¨® a Garc¨ªa Escalero como un aut¨¦ntico trastornado mental. "Un peligro social". La historia de un fracaso "personal y de la sociedad"; un "loco" carente de sentimientos, que "sufre" su insensibilidad; incapaz de adaptarse a la sociedad y que, si quedase libre, volver¨ªa a matar". Y dijo m¨¢s: "Muchos albergues" est¨¢n poblados de personas como ¨¦l".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.