Steven Bochco sienta en el banquillo al sistema judicial norteamericano

Durante meses, los norteamericanos se preguntaron por la inocencia o culpabilidad de O. J. Simpson, el suceso m¨¢s mediatizado de la historia. Ahora, esos mismos norteamericanos, expertos a estas alturas en materia legal, est¨¢n en manos de Steven Bochco, pregunt¨¢ndose qui¨¦n mat¨® a Jessica, la muchacha cuyo asesinato pone en marcha Murder one. La serie de inminente estreno en Tele 5, es la ¨²ltima creaci¨®n del mejor fabulador de la televisi¨®n, el autor de Canci¨®n triste de Hill Street, La ley de Los ?ngeles y Polic¨ªas de Nueva York.

A la garant¨ªa de Bochco se le suma esta vez el acierto real del programa, no s¨®lo por las mejores cr¨ªticas -la mejor serie de la temporada para diarios como Los Angeles Times-, sino tambi¨¦n por tratarse de la serie m¨¢s buscada por las cadenas en los mercados de televisi¨®n la pasada temporada.En Murder one, Bochco abandona la l¨ªrica policial para sumergirse, en clave de serie negra y en el ambiente de los ricos y famosos de la Costa Oeste, en los intr¨ªngulis del sistema judicial norteamericano. Un drama legal con una novedad: a diferencia de Perry Mason y sus episodios cerrados, aqu¨ª el final s¨®lo llega tras 23 episodios. Si Polic¨ªas de Nueva York era una pieza para dos violines (Dennis Franz y David Caruso), aqu¨ª el juego, tremendamente sucio y complicado, en torno a un caso sensacional, lo preside un arrogante y poderoso abogado, duro e idealista al mismo tiempo, junto a su equipo de expertos, los principales testigos del caso, el star system judicial, el Hollywood basura y, por supuesto, los medios de comunicaci¨®n. Bochco es un asiduo de la Court TV, la cadena por cable especializada en procesos por la que se ha colado en el comedor de todos los norteamericanos, entre otros, el caso Simpson. Un famoso abogado de este caso, Howard Weitzman, ha sido asesor de la serie. Y se da la circunstancia ir¨®nica de que la CNN, la otra cadena por cable que sobresali¨® en la cobertura, del caso O. J., tuvo el pasado septiembre cinco veces m¨¢s audiencia de la habitual al cubrir las argumentaciones finales del caso de asesinato. El hecho coincidi¨® con la emisi¨®n del segundo episodio de Murder one, que experiment¨® en ese momento un notable baj¨®n.

En el reparto de Murder one,y a pesar de que hubo tortas para pasar el casting, no hay famosos. David Benzali, un oscuro actor secundario hasta que lo descubri¨® Bochco, es un acierto en ese personaje que ¨¦l compara con un Philip Marlowe de los noventa. Barbara Bosson, c¨®nyuge irregular de las series de Bochco, se ha empollado las cintas de v¨ªdeo del caso Simpson para interpretar a la fiscal. Hay un duelo dram¨¢tico que da mucho juego entre Ted Hoffman (Benzali) y su cliente, Richard Cross (Stanley Tucci), el sospechoso n¨²mero uno y el alma m¨¢s negra y rastrera que se pueda encontrar en el prime time.

Murder oneha tenido las mejores cr¨ªticas que se recuerdan en tiempos, aunque ha tenido que batallar duramente con series de la competencia, como Urgencias. Lo que est¨¢ claro es que la excelente serie de Bochco ha marcado un hito en la historia de los mercados de televisi¨®n. Por conseguirla, la BBC inglesa se sum¨® a su rival, la cadena por sat¨¦lite de Rupert Murdoch, BSkyB, para poder pagar los 250.000 d¨®lares por episodio (unos treinta millones de pesetas) de la serie. Todas las cadenas espa?olas pujaron por ella (a precio de mercado espa?ol, muy inferior), hasta que se la qued¨® Tele 5.