El ultra republicano
"EL QUE gane en New Hampshire obtendr¨¢ probablemente la investidura", dijo la pasada semana Robert Dole, en alusi¨®n al nombramiento del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos que debe salir de la convenci¨®n del partido que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo agosto en San Diego. Dole, jefe de la mayor¨ªa republicana en el Senado, cometi¨® una imprudencia con ese comentario. Primero, porque ¨¦l, que se ten¨ªa como favorito, no ha ganado en las primarias republicanas de New Hampshire; segundo, porque es improbable que el vencedor, el ultraderechista Pat Buchanan, sea finalmente el candidato republicano.El varapalo sufrido por Dole en New Hampshire al llegar detr¨¢s de Buchanan se suma a la floja victoria de la pasada semana en la primera prueba electoral en lowa. Dole ha tenido un mal arranque en la carrera a la Casa Blanca, y entre los republicanos se multiplican las dudas sobre sus posibilidades. Buchanan, con su mensaje ultra, no parece tampoco un caballo ganador, sino m¨¢s bien un asustaelectores. As¨ª las cosas, el conservador moderado Lamar Alexander, que lleg¨® en tercera posici¨®n en New Hampshire, se perfila como posible soluci¨®n a la falta de carisma de Dole y al extremismo de Buchanan. El multimillonario Steve Forbes parece ya fuera de la carrera.
Los ¨¦xitos iniciales de Buchanan se deben sin duda a que su discurso populista y proteccionista conecta con las angustias de parte importante del electorado. De origen irland¨¦s, convicciones cat¨®licas integristas y paradigma del norteamericano ultraderechista, este periodista de 57 a?os, ex colaborador de Richard Nixon, no tiene el menor empacho en reconocer que fue educado en la admiraci¨®n al general Francisco Franco y al adalid del anticomunismo norteamericano Joseph McCarthy. Buchanan truena contra la clase pol¨ªtica -perverso cosmopolitismo- de Washington, el libre comercio, la inmigraci¨®n, las multinacionales, el aborto y la permisividad sexual. Furibundo enemigo de la ONU, cuyo cuartel general quiere expulsar de Nueva York, sus declaraciones siempre van te?idas de machismo, homofobia, racismo y antisemitismo.
Buchanan asegura que los acuerdos de libre comercio con Canad¨¢ y M¨¦xico (TLC) y a nivel mundial (GATT) han hecho perder decenas de miles de empleos a los "aut¨¦nticos norteamericanos" y que el mismo efecto tiene la "falta de coraz¨®n y de patriotismo" de las compa?¨ªas estadounidenses que renuevan su tecnolog¨ªa o invierten en el extranjero. Es un mensaje efectista, pero es muy dudoso que, a la hora de la verdad, una mayor¨ªa de los norteamericanos decidan enviar a la Casa Blanca a quien as¨ª habla y piensa.
Por ello, el Partido Republicano comienza a tener un serio problema. La ausencia de un caballo ganador favorece las posibilidades de Lamar Alexander. Tambi¨¦n puede alentar la reaparici¨®n en la carrera presidencial de personajes como Ross Perot o el general Colin Powell. Pero entretanto, el presidente Bill Clinton, que gan¨® por unanimidad las primarias dem¨®cratas, de New Hampshire, refuerza su imagen de moderaci¨®n y centrismo y cada vez se puede considerar m¨¢s seguro. Salvo accidente grave con el asunto Whitewater o nuevos dislates imprevistos, Clinton puede hacer honor a su apodo de Comeback Kid, el chico que, aparentemente derrotado, siempre regresa victorioso. El ultra Buchanan le est¨¢ ayudando en ello.
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