Las entra?as de la vida
Cuando en oto?o de 1988 Miquel Barcel¨® emprendi¨® su primer viaje al ?frica, emprendi¨® tambi¨¦n una exploraci¨®n art¨ªstica e intelectual que marcar¨ªa profundamente su vida y su obra, alej¨¢ndose de las referencias culturales de ra¨ªz euroc¨¦ntrica que hasta aquellos momentos las hab¨ªan dominado.Desde entonces, la pintura de Barcel¨® es una b¨²squeda constante, acelerada -plagada de felices descubrimientos-, de nuevos territorios y de nuevos medios con los que expresar la tensi¨®n y la fusi¨®n de realidades supuestamente contrarias: lo org¨¢nico y lo inorg¨¢nico, lo cultural y lo natural, la permanencia y el cambio, la creaci¨®n y la descomposici¨®n...
Las dos exposiciones ahora abiertas en Par¨ªs, en la galer¨ªa nacional del Jeu de Paume y en el Centro Georges Pompidou repectivamente, ofrecen en su conjunto una inteligente panor¨¢mica del trabajo de Barcel¨® desde 1988 y permiten constatar su extraordinaria singularidad, seriedad y profundidad.
En ambas exposiciones, el visitante puede apreciar como las obras han ido incorporando una cada vez mayor y m¨¢s intensa relaci¨®n org¨¢nica con la naturaleza: telas y papeles de orograf¨ªa torturada modeladas sobre las rocas del Pa¨ªs Dog¨®n; aguadas y dibujos sembrados de huesos, piedrecillas, semillas y paja de mijo, detritus varios roidos por las termitas... pero en ning¨²n caso se trata de obras abandonadas al azar de lo natural sino forzadas por la mano, la mente del artista, paridas con violencia en una lucha implacable pero cargada de respeto.
Unas obras, en fin, que, como es el caso de la extraordinaria El ball de la carn, parecen amenazar con entrar en erupci¨®n como si la vida que late en ellas, una vida no meramente reflejada sino aprisionada en su interior, fuese a rebelarse.
Como se rebela Barcel¨® contra la estolidez y el achatamiento de una cultura europea mucho m¨¢s atenta a lamerse sus propias heridas y a fortificar sus fronteras que a los gritos y a los c¨¢nticos, de amor y de guerra, de creaci¨®n y de destrucci¨®n, que llegan del exterior, de esa ?frica donde todo, absolutamente todo, se aprovecha.
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