Los encuestadores achacan su fracaso a la ocultaci¨®n del voto socialista
Confusi¨®n, desconcierto... Los responsables de algunas de las principales empresas encuestadoras no pueden sustraerse de la sensaci¨®n de fiasco por la sustancial diferencia entre los resultados que preve¨ªan sus sondeos y los reales. La anch¨ªsima mayor¨ªa, casi rozando la absoluta, que asignaban al PP ha concluido siendo muy estrecha. Ni nueve puntos de diferencia, ni siete, ni siquiera cinco... Apenas, poco quiera cinco m¨¢s de uno. ?Por qu¨¦? "Aparte la gran participaci¨®n, por el voto oculto", coinciden. "Habr¨¢ que ensayar nuevas t¨¦cnicas o modelos para detectar en lo sucesivo su dimensi¨®n y su tendencia, socialista esta vez, pero ser¨¢ muy complicado lograrlo", reflexionan.
"La papeleta a favor del PSOE no era ni animosa ni entusiasta, sino descontenta en el fondo. Se ha pronunciado al final para cerrar filas contra el PP, al que muchos siguen considerando escorado a la derecha", argumenta Carlos Malo de Molina, de Sigma Dos, que realiz¨® sus trabajos para el peri¨®dico El Mundo, la cadena radiof¨®nica COPE y Antena 3 Televisi¨®n. En su opini¨®n, el PSOE supo explotar muy bien esa ¨²ltima idea en su publicidad, "en su v¨ªdeo del doberman ", y calar en un estimable porcentaje del electorado. Tanto Malo de Molina como Antonio Vera, de Eco-Consulting, firma a la que recurri¨® RTVE, "no es que muchos votantes socialistas mientan, sino que reh¨²yen ser entrevistados". Seg¨²n Vera, que tambi¨¦n piensa que la agresividad del PSOE en sus mensajes ha surtido el efecto pretendido, "al darse un cambio del movimiento socioecon¨®mico, la orientaci¨®n y la actitud de la gente var¨ªa" y hace que, de pronto, muchas personas prefieran ocultar su voto y otras gusten de airear el suyo porque est¨¢ "de moda".
Jos¨¦ Ignacio Wert, de Demos copia, cuyos servicios fueron con tratados por EL PAIS y la SER, es m¨¢s radical al enjuiciar a un sector determinado de partidarios del PSOE: `Tristemente, acaso por la fuerte presi¨®n que han tenido que soportar, no han dicho la verdad; han enga?ado". "Lo m¨ªnimo que se puede: plantear es que llevamos un a?o equivoc¨¢ndonos por un problema de identificaci¨®n del votante socialista, ya que parec¨ªa que al menos un 10% se iba a pasar al PP", agrega antes de reconocer que, en definitiva, se le ha "infravalorado" ante unos comicios "cr¨ªticos". En cualquier caso, matiza, "los electorados son ahora menos estables y quiz¨¢ no vuelva a haber predicciones tan exactas como las de los a?os 80".
Orientaci¨®n, no adivinanza
Malo de Mlina, que recurre a una evidencia: "El orden que dimos a Icos partidos ha sido el correcto, independientemente de los puntos de margen entre ellos", insiste, como sus colegas, en que su labor es seria, profesional, y aduce que no es del todo exacto que sus yerros superen a sus aciertos: "Indicamos la orientaci¨®n del voto en momentos concretos, pero no somos adivinos,".
Tampoco, alegan unos y otros, puedenar que, en determinadas circunstancias, los datos quean mostrando los sucesivos sondeos preelectorales se vuelvan en su contra. Su criterio es que en esta oportunidad se ha reaccionado de forma clara y contundente ante la "cantada" victoria del PP para, al menos, intentar que se redujera.
Finalmente, todos entienden que su prestigio no debe verse afectado, por "las desviaciones" que se han dado y cuyas causas piensan "analizar en profundidad" para tomar las medidas oportunas con el fin de que en el futuro no sean tantas. "Seguir¨¢ demand¨¢ndose este tipo de encuestas e iremos afinando m¨¢s y m¨¢s", concluyen, aunque Vera ironiza: "Por fortuna, nunca atinaremos por completo. Eso significar¨ªa, estar encorsetados en una f¨®rmaula matem¨¢tica".
Las formaciones pol¨ªticas y los medios de comunicaci¨®n se han gastado en encuestas unos 600 millones de pesetas.
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