Duelo de favoritos en El Pireo
Olympiakos y Real Madrid disputan el primer asalto de cuartos de final
Al campe¨®n de la Liga Europea le espera un tortuoso camino si quiere estar en Par¨ªs dentro de un mes para defender su t¨ªtulo. En la aduana le espera un gendarme de dudosa conducta pero indiscutida fuerza: el Olympiakos ateniense (21.15, La 2). La sola pronunciaci¨®n de su nombre ya inspira miedo por la conclusi¨®n que acarrea: se trata de un equipo griego y en Grecia las victorias visitantes cuestan el doble de su valor.La pasi¨®n -frecuentemente desmedida- de su afici¨®n, la permisibilidad de los atemorizados ¨¢rbitros, la complacencia de la FIBA con los clubes helenos -que mantienen el fuego sagrado del baloncesto europeo- y las artima?as de todo equipo que se precie, de ser griego pesan mas que la, propia calidad del rival, el Olympiakos en este caso.
Enumeradas las dificultades y asumido el riesgo, el Real Madrid saltar¨¢ a la cancha del Palacio de la Paz y de la Amistad -estar¨¢ abarrotado en sus 16.000 localidades- con la idea clara de ganar el primer partido del cruce de cuartos de final. En el caso de que los blancos perdieran, tendr¨ªan dos oportunidades en, Madrid, pese a la dificultad que supondr¨ªa derrotar a la escuadra ateniense dos veces seguidas en el plazo de tres d¨ªas.
"Sabemos que es muy dif¨ªcil ganar en Grecia, y m¨¢s si el rival es un gran equipo como el Olympiakos", reconoce Obradovic, el entrenador del Real Madrid, "pero nuestro objetivo es conseguir las dos victorias lo antes posible. Nos da una cierta tranquilidad saber que, si hay desempate, el choque decisivo lo jugar¨ªamos en Madrid ante nuestro p¨²blico".
Al margen de la candente atm¨®sfera que se encontrar¨¢ en El Pireo, el Madrid se va a enfrentar a un equipo muy bien armado. Gira en torno a David Rivers, un base estadounidense de 31 a?os y 1,80 que jugo varias campanas en los Lakers. Sus promedios en la Liga Europea, 21 puntos y cinco asistencias por partido, le avalan como el hombre a parar por el Real. "Es un jugador sensacional", opina Obradovic. "Tiene tiro, pase y dirige a su equipo con mucha sensatez. Pero lo mejor es que, a pesar de su calidad, no peca de individualista, sino que siempre antepone el bien del equipo a su propio lucimiento".
Walter Berry es el otro estadounidense del Olympiakos. Viejo conocido de la afici¨®n espa?ola (jug¨® en Villalba), el ala-pivot es un extraordinario anotador, capaz de desequilibrar un partido por s¨ª mismo. Todo depende de su individualismo: tiene d¨ªas en que es muy productivo y d¨ªas en que conduce a su equipo al abismo. Berry sufre cuidados especiales porque sali¨® recientemente de una hepatitis. "Es incre¨ªble lo que nos ha pasado esta temporada. Casi nunca hemos logrado jugar al completo", dijo Ioanidis, el t¨¦cnico del equipo griego.
La mayor ventaja del Madrid, que cuenta con todos sus efectivos en perfectas condiciones, es, adem¨¢s de la superioridad de Arlauckas y Savic en el juego interior, el apartado t¨¦cnico. Obradovic maneja sus recursos con lucidez, mientras que el t¨¦cnico griego, Ioannidis, destaca precisamente por todo lo contrario: "Todo pasa por ganar al Madrid en El Pireo. Y no hay que olvidarlo, es el campe¨®n", dice el t¨¦cnico.
El Barca, en Estambul
Por otro lado, los datos avalan al Barcelona tanto como los pron¨®sticos. pero A¨ªto Garc¨ªa Reneses y sus jugadores recelan de su te¨®rica superioridad sobre el Ulker, el campe¨®n turco, ante el que se deben jugar el pase a la final a cuatro de Par¨ªs el 9 y el 11 de abril. La eliminatoria, al mejor de tres partidos, se abre hoy en Estambul (19.30, La 2), pero se resolver¨¢ en el Palau Blaugrana.
Una t¨¢ctica envenenada
Los jugadores del Real Madrid har¨¢n bien en beber agua mineral s¨®lo si est¨¢ embotellada en cristal. Hace un a?o, los rusos del CSKA no fueron tan previsores y acabaron pag¨¢ndolo. CSKA y Olympiakos se midieron en cuartos de final la pasada temporada. Los rusos ganaron el primer partido en Mosc¨² y perdieron el segundo en Atenas (no sin ayuda arbitral para los griegos).Faltaba por jugarse el tercer partido, tambi¨¦n en Atenas. Horas antes del encuentro, varios jugadores del CSKA comenzaron a sentirse mal. Mareos, v¨®mitos, colitis y fiebre eran los s¨ªntomas. Se abri¨® una investigaci¨®n que arroj¨® una conclusi¨®n muy clara: el agua mineral distribuida a los rusos, embotellada en pl¨¢stico, estaba intoxicada. El Olympiakos dijo no saber nada del asunto y la FIBA no quiso profundizar.
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