La polic¨ªa mata al n¨²mero 3 del 'cartel de Cali'
"General, notamos movimientos raros", dijo el jefe de un grupo de ¨¦lite de la polic¨ªa colombiana en llamada, a las siete de la tarde del martes, al comandante nacional, Rosso Jos¨¦ Serrano. Dos horas despu¨¦s, otra llamada: "Estamos persiguiendo a un todoterreno; nos est¨¢n disparando; se puede tratar de Jos¨¦ Santacruz Londo?o". "Act¨²e" fue la orden. Antes, una advertencia: "Ese hombre es peligroso. ?Tiene chaleco antibalas?". A las 11.30 se inform¨® del ¨¦xito de la operaci¨®n realizada por siete polic¨ªas disfrazados de vendedores ambulantes. El hombre, que hab¨ªa quedado tendido sobre el pavimento mojado, a las afueras de Medell¨ªn, era, efectivamente, Jos¨¦ Santacruz Londo?o, tercero en jerarqu¨ªa del cartel de Cal¨ª y el hombre m¨¢s buscado de este pa¨ªs desde el pasado 11 de enero, cuando se escap¨® de una prisi¨®n de alta seguridad en Bogot¨¢.
"Fue una acci¨®n artesanal criolla, s¨®lo participaron colombianos", dijo orgulloso minutos despu¨¦s el presidente Ernesto Samper. "Muestra que con o sin apoyo seguiremos librando la guerra contra el narcotr¨¢fico". El hecho le lleg¨® como anillo al dedo al presidente, golpeado hace apenas cinco d¨ªas por el Gobierno de Washington con la no certificaci¨®n de su labor contra el narcotr¨¢fico. Aviv¨® tambi¨¦n los sentimientos nacionalistas, tan de moda por estos d¨ªas. "En el operativo no particip¨® ning¨²n hombre de hablar enredado", afirm¨® el teniente que comand¨® la acci¨®n, al informar que todo se hizo sin la ayuda de la DEA o de la CIA. Pero tambi¨¦n, desde el presidente para abajo, se aprovech¨® este ¨¦xito para hacer gui?os y tender de nuevo lazos en la malograda relaci¨®n con Estados Unidos. "Es una oportunidad para darnos la mano dos Gobiernos; s¨®lo mediante la cooperaci¨®n se logra el ¨¦xito en la lucha contra el narcotr¨¢fico", dijo el presidente Samper. El general Serrano, despu¨¦s de calificar a sus hombres de "muy valientes", asegur¨® que ojal¨¢ Estados Unidos reconsidere su decisi¨®n. "Se trabaja mejor, m¨¢s suelto con la certificaci¨®n". El optimismo lleg¨® hasta los grandes empresarios. Creen que con la muerte de Santacruz se pueden frenar las sanciones econ¨®micas anunciadas por los gringos.Hasta el mediod¨ªa de ayer no se conoc¨ªan todos los detalles del operativo. No se sab¨ªa nada de los 10 guardaespaldas que supuestamente acompa?aban al capo en el momento de su muerte. La persecuci¨®n de Santacruz se inici¨® el mismo d¨ªa de su fuga, el 11 de enero pasado. Don Chepe, como lo llamaban sus subalternos, logr¨®, con la complicidad de muchos, desmontar el vidrio de la cabina de interrogatorios que separa el mundo de los detenidos del pabell¨®n de alta seguridad de la c¨¢rcel de La Picota del mundo de los libres y sali¨® tan orondo por la puerta central del penal. Santacruz hab¨ªa sido detenido seis meses antes en un restaurante de Bogot¨¢. Desde hace d¨ªas, dice la polic¨ªa, le ven¨ªan siguiendo los pasos. El general Serrano hab¨ªa escuchado hace una semana que estaba en Medell¨ªn, sede del otro gran cartel de la coca¨ªna y hasta hace poco territorio prohibido para los hombres de Cali. "El error de Santacruz fue ir a esa ciudad; a¨²n quedan heridas de la guerra de los carteles", asegur¨® Serrano. Este oficial cont¨® tambi¨¦n que en sus ¨²ltimos d¨ªas Santacruz enviaba con frecuencia carticas a los otros jefes de su cartel que est¨¢n hoy en la c¨¢rcel.
Los hechos de ayer mostraron que la guerra de los dos grandes carteles no dej¨® ¨²nicamente odio. Nicol¨¢s Escobar, sobrino de Pablo Escobar y jefe del cartel de Medell¨ªn, muerto en enfrentamiento con la polic¨ªa hace ya dos a?os largos, fue la persona que se encarg¨® de los tr¨¢mites de reclamo en Medell¨ªn y traslado a Cali del cad¨¢ver de Santacruz. "Lo hago por la paz de Colombia", dijo este hombre joven. Cont¨® que a la una de la ma?ana del mi¨¦rcoles, en una llamada an¨®nima, le pidieron su colaboraci¨®n. ?l, as¨ª lo afirm¨®, record¨® el dolor que sinti¨® con la muerte de su t¨ªo, con el atentado que sufri¨® en prisi¨®n Roberto, su padre, y no dud¨® en ayudar. Viaj¨® incluso en el avi¨®n privado que traslad¨® el cad¨¢ver de Santacruz a su ciudad natal. Como "rara" calific¨® el comandante de la polic¨ªa esta ayuda. Dijo incluso, rectificando su posici¨®n inicial, que Santacruz estaba buscando nexos con lo poco que queda del cartel de Medell¨ªn.
Ayer por la tarde fue enterrado este hombre que vivi¨® 27 de sus 52 a?os en el mundo del hampa. El Estudiante lo llamaban muchos, por ser el ¨²nico que lleg¨® a la Universidad entre los jefes del cartel de Cali. Se le acusaba, entre otros, de haber ordenado tres cr¨ªmenes, dos de ellos en Estados Unidos, y de haber sido el art¨ªfice del dise?o de la cadena mundial del tr¨¢fico de coca¨ªna. Santacruz aseguraba que prefer¨ªa morir a regresar a prisi¨®n.
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