La camorra de Gil
EL PRESIDENTE del Atl¨¦tico de Madrid y alcalde de Marbella, Jes¨²s Gil y Gil, tiene arraigadas costumbres de insultar y amenazar. Ayer combin¨® ambas y a?adi¨® la agresi¨®n f¨ªsica a un directivo del Compostela en una discusi¨®n que ser¨ªa caritativo llamar de rufianes. Las im¨¢genes de la agresi¨®n son muy reveladoras. Ninguna persona decente puede contemplar sin repugnancia ese alarde de brutalidad, ese matonismo de camorrista acostumbrado a pisar fuerte, eso s¨ª, bajo la protecci¨®n de guardaespaldas de no menos chulesca conducta. Cualesquiera que sean las razones que Gil y Gil pueda esgrimir -ayer invoc¨® a los ciudadanos de Marbella que le hab¨ªan elegido alcalde-, nada justifica tan penoso espect¨¢culo.Ayer mismo se celebraba en Sevilla un juicio -que fue aplazado a petici¨®n del fiscal- contra tres seguidores del Atl¨¦tico de Madrid acusados de haber apu?alado y herido gravemente a un ciudadano que hab¨ªa salido en defensa de otro de color al que los agresores golpeaban al grito de "Ku Klux Klan". Hace un a?o, el presidente del Atl¨¦tico de Madrid amenaz¨® con "cortar la cabe za a ese negro", en referencia al jugador colombiano Valencia. Antes hab¨ªa dedicado comentarios despectivos -"muerto de hambre?' era el m¨¢s civilizado- a otros jugadores extranjeros del club que preside, como Donato o Kosecki. La UEFA le sancion¨® por haber llamado maric¨®n a un ¨¢rbitro franc¨¦s. A j¨®venes de Marbella que se hab¨ªan manifestado contra determinadas iniciativas suyas los llam¨® babosos, escoria, drogadictos e hijos de puta, entre otras cosas.
?Con qu¨¦ autoridad puede pedir comportamiento civilizado a los j¨®venes seguidores de su club un presidente con semejantes antecedentes? En v¨ªsperas de las elecciones del 3-M anuncio p¨²blicamente su apoyo al PP, y hubo quienes le rieron la explicaci¨®n de que lo hac¨ªa "para castigar a esos hijos de puta del PSOE". Nadie levant¨® la voz para rechazar tal apoyo y sus sutiles argumentos. Los matones ?nacen o se hacen? M¨¢s bien los hacen quienes les toleran cualquier abuso y les r¨ªen las gracias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.