Cristina, en su hora crucial
Torrealta / S¨¢nchez, Calvo, Bl¨¢zquez
Novillos de Torrealta, discretos de presencia, mayor¨ªa gachos y brochos, sospechosos de pitones, flojos,
pastue?os en general.
Cristina S¨¢nchez: media estocada tendida perdiendo la muleta, pinchazo -primer aviso-, cuatro pinchazos, estocada ladeada -segundo aviso- y dobla el novillo (silencio); bajonazo perdiendo la muleta (vuelta con protestas). Jos¨¦ Calvo: estocada honda delantera (oreja); pinchazo, media y rueda de peones (aplausos y salida al tercio). Ra¨²l Bl¨¢zquez: pinchazo y estocada trasera (oreja); estocada baja (oreja); sali¨® a hombros.
Plaza de Valencia, 11 de marzo. 51 corrida de la feria de Fallas.Dos terc¨ªos de entrada.
Cristina S¨¢nchez se despidi¨® de novillera en Valencia y no es muy seguro que est¨¦ preparada para la alternativa, que tomar¨¢ dentro de dos meses. Son horas cruciales para ella. El gran paso va a determinar su futuro, que puede ser el todo o la nada. No son lo mismo novillos que toros. Si novillos, un espada con cierta t¨¦cnica puede sacarles partido; si toros, el oficio debe ir bien aprendido y experimentado, o la perspectiva es de fracaso seguro.Viendo a Cristina S¨¢nchez con su primer novillo -una menudencia, pitones escasos, fuerza justa, codiciosa boyant¨ªa-, la sensaci¨®n era que no est¨¢ preparada para la alternativa. La casta de aquel novillo la desbordaba en todos, los tercios y todos los frentes. Capote a su merced, enganchones, tironeos; muleta manejada sin templanza ni mando, acosones diversos, cesi¨®n continua de terrenos, alg¨²n achuch¨®n que demandaba poner tierra por medio.
Y, en cambio, vi¨¦ndola en su segundo novillo, que devino deslucido, s¨ª parec¨ªa estar preparada para la alternativa. Se enfrent¨® entonces Cristina S¨¢nchez con genio y entereza a los problemas que planteaba el novillo prob¨®n, de media arrancada, incierto y desconcertante. Present¨¢ndole la pa?osa como es debido, mudando terrenos para provocar la embestida, alegr¨¢ndose a la voz, consigui¨® sacar derechazos, molinetes, pases de pecho, alguno de trinchera o de la firma.
No hay muchos novilleros en activo -tampoco matadores doctorados- que sepan medirse con estos toros dificultosos, sin recurrir. al tremendismo o al expeditivo ali?o. La faena de Cristina S¨¢nchez fue, sobre todo, valiente, sobria, responsable y torera.
La torer¨ªa constituye un valor y un grado, y resulta muy significativo que sea precisamente una mujer quien la conserve ¨ªntegra, lo cual revela sentido de la responsabilidad y respeto por la profesi¨®n. Sus compa?eros de terna, sin ir m¨¢s lejos, que estuvieron m¨¢s brillantes y consiguieron trofeos, no mostraban en cambio esa torer¨ªa innata en todo aqu¨¦l que se ha venido vistiendo de luces -artista o rudimentario, bueno o malo- desde los or¨ªgenes de la fiesta hasta una d¨¦cada atr¨¢s.
Puede que el concepto de torer¨ªa haya cambiado. Antes se manifestaba en el rigor, la seriedad y la gallard¨ªa; ahora, en los desplantes triunfalistas y las posturas aflamencadas. La verdad es que los toreros actuales se ponen muy cursis. Hubo uno de los de este cartel que dio la vuelta al ruedo despacito, cruzando delicadamente los pies, pisando sigiloso la arena y llevando al brazo un hermoso ramo de flores.
Entraron a quites, gran novedad. Jos¨¦ Calvo, que puso uno de los novillos en suerte por rogerinas, lo instrument¨® con gusto a la tijerilla o a lo chatre; Ra¨²l Bl¨¢zquez, a la chicuelina y a la gaonera. Adem¨¢s ambos recibieron a sendos novillos mediante valerosas largas cambiadas.
Y abundaron los muleteos de buen corte. Con ciertos altibajos por parte de Jos¨¦ Calvo, que corr¨ªa estupendamente la mano en los redondos; ardoroso y ligado por parte de Ra¨²l Bl¨¢zquez, que propend¨ªa a ejecutarlo de costadillo. Bl¨¢zquez a?adi¨® desplantes de rodillas tirando los trastos, para pasmo del vehemente p¨²blico valenciano.
Los toreros bull¨ªan continua mente, aprovechando la dulzura de los novillos pastue?os y empe?ados en ganarse a la galer¨ªa. La torera, por el contrario, ocupaba su puesto de lidiadora en plaza, sin hacerse notar. Mejor as¨ª. Seriedad y prudencia requiere esta hora crucial en la que se apresta a dar el paso definitivo hacia el todo o hacia la nada
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