'Veo, veo'. ?Qu¨¦ ves?
Un laberinto de juegos en Psicolog¨ªa de la Aut¨®noma ense?a a ni?os y mayores a ser m¨¢s tolerantes
Los ni?os se miran en un espejo de color rojo. Luego en el azul, despu¨¦s van al amarillo, tambi¨¦n al verde. Se trata de un simple laberinto de colores que encierra una moraleja. Uno de los chavales, Miguel Gallego, de 12 a?os y alumno de s¨¦ptimo de EGB en el colegio Pr¨ªncipe de Asturias de Cantoblanco, explica la ense?anza: "T¨² te miras, te ves de distinto color, pero eres siempre el mismo. Eso es; todo el mundo es igual, aunque sea de distinto color".Este juego forma parte de la exposici¨®n Veo, veo, destinada a ni?os y ni?as de entre 10 y 14 a?os y que ocupa, hasta el pr¨®ximo viernes, el vest¨ªbulo de la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma. Se trata, seg¨²n cuentan miembros de la organizaci¨®n, de la Asamblea de Cooperaci¨®n por la Paz, de un circuito de juegos para que peque?os y adolescentes tomen conciencia de que existen unos valores "que configuran el respeto por los derechos humanos y las peculiaridades y diferencias de los dem¨¢s".
El soporte de la muestra son unos paneles con im¨¢genes, juegos y actividades que estimulan el trabajo en pareja. Las reglas son sencillas: cada participante recibe a la entrada un pasaporte. Sobre el papel tienen que dar respuesta a una serie de preguntas que se les plantear¨¢n en el taller. Por ejemplo, un ni?o se coloca en la boca de un t¨²nel y otro en la otra. Uno pregunta: "Todas las pelotas son redondas, ?verdadero o falso? La voz de su compa?ero, al otro lado, contesta: "Verdadero". "Has fallado, chaval", replica el amigo. "Las pelotas de rugby no son redondas".
Este juego, indica la organizadora Elvira Palencia, demuestra que lo que es verdadero para una persona no tiene por qu¨¦ serlo para otra. "Es importante hacer preguntas, puesto que aquellos que saben hacer preguntas est¨¢n preparados para respetar y tomar en serio a los dem¨¢s tanto como a s¨ª mismos".
Tambi¨¦n se ense?a, siempre con ejemplos pr¨¢cticos, a diferenciar entre un hecho y una opini¨®n. As¨ª, un cartel dice: "Los pl¨¢tanos son amarillos"; esto es un hecho. "Los pl¨¢tanos son riqu¨ªsimos"; ¨¦sta es una opini¨®n. Una alumna, Beatriz Sierra, de 12 a?os, en s¨¦ptimo de EGB, capta r¨¢pidamente la diferencia: "Lo que opinamos no es siempre verdad, pero los hechos siempre son verdad". Premio.
Otro objetivo es intentar liberar a los visitantes de molestos prejuicios del tipo de "las mujeres no saben conducir; o los que viven en los pueblos son unos paletos". Una avispada chica de 12 a?os, Patricia Romero, se entretiene en un panel que dibuja una historieta: un bal¨®n se estrella en un escaparate, enfrente hay unos ni?os. Todo el mundo piensa que han sido los ni?os. Pero no es as¨ª. La respuesta se oculta en otro dibujo, que muestra a una persona mayor dando una patada al bal¨®n. R¨¢pida en reflejos, Patricia saca en limpio: "No todo es lo que parece". Y es que las apariencias enga?an.
Veo, veo. Planta baja de la Facultad de Psicolog¨ªa de la Aut¨®noma. Tren hasta Cantoblanco. Hasta el d¨ªa 15. De 9.30 a 13.15 y de 15.00 a 16.00. Gratis.
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