El Europarlamento aprueba un dictamen posibilista para la reforma de Maastricht

El Parlamento Europeo aprob¨® ayer un dictamen europe¨ªsta que recoge sus propuestas para la conferencia intergubernamental (CIG) que debe reformar el Tratado de Maastricht en la l¨ªnea del documento avanzado ya por la Comisi¨®n Europea. El dictamen de la Euroc¨¢mara da cabida tambi¨¦n a peticiones nuevas como un consejo de empleo o la adopci¨®n de una propia declaraci¨®n de derechos humanos dentro del tratado. Hubo amargas cr¨ªticas a Francia y el Reino Unido, que quieren, reducir a la nada la presencia parlamentaria en la CIG.

La amargura de las quejas no se tradujo en uno de los habituales recitales de extremismo europe¨ªsta, y se limit¨® a incluir en el dictamen una referencia a que la CIG "no puede iniciarse de manera v¨¢lida sin que el Consejo haya aprobado las modalidades de asociaci¨®n del Parlamento, de conformidad con las conclusiones del Consejo Europeo de Madrid". La C¨¢mara se encomend¨® a la buena disposici¨®n demostrada estos d¨ªas por la Comisi¨®n y, sobre todo, por la presidencia italiana del Consejo de Ministros, para encontrar una soluci¨®n a este conflicto antes de la apertura de la conferencia, el 28 y 29 pr¨®ximos en Tur¨ªn.El comisario Marcelino Oreja se?al¨® a un grupo de periodistas su convicci¨®n de que se encontrar¨¢ esa f¨®rmula y que ¨¦sta se basar¨¢ en la propuesta de compromiso ofrecida por Italia en Palermo: una reuni¨®n mensual entre los ministros de Exteriores y el Parlamento (representado por su presidente, el alem¨¢n Klaus H?nsch, y dos diputados), y otra semanal entre estos diputados y los representantes de los ministros en la CIG. Los encuentros ser¨ªan siempre antes de las reuniones negociadoras y no dentro de ¨¦stas, un punto en el que el Parlamento no est¨¢ a¨²n de acuerdo porque aspira a tener voz durante las discusiones.

La voz parlamentaria se enton¨® ayer en armon¨ªa con el dictamen aprobado el pasado d¨ªa 28 de febrero por la Comisi¨®n Europea: extensi¨®n de la mayor¨ªa cualificada y reducci¨®n del veto en el Consejo de Ministros, hincapi¨¦ en el problema del paro y el papel de los ciudadanos, comunitarizaci¨®n de las pol¨ªticas de justicia e interior, impulso a la pol¨ªtica exterior com¨²n (PESC), un comisario . por pa¨ªs, cohesi¨®n econ¨®mica y social, simplificaci¨®n del tratado, etc¨¦tera.

El Parlamento va m¨¢s lejos que la Comisi¨®n al pedir un consejo de empleo y la elaboraci¨®n e inclusi¨®n en el tratado de una declaraci¨®n europea de derechos humanos en lugar de adherirse a la ya existente. Esto, a juicio de Marcelino Oreja, conllevar¨ªa problemas en su redacci¨®n, aunque tendr¨ªa la ventaja de que el competente para vigilar su cumplimiento ser¨ªa el Tribunal de Justicia de las Comunidades y no el Tribunal de Estrasburgo. Se queda corto al. admitir que se mantenga el voto por unanimidad, no s¨®lo en cuestiones institucionales, sino en la definici¨®n de los recursos propios (aportaci¨®n de cada Estado a los presupuestos comunitarios), y se desmarca de la Comisi¨®n al pedir que la PESC la encarne un comisario, en lugar del t¨¢ndem Consejo-Comisi¨®n.