?A m¨ª la Legi¨®n!

NO HACE mucho, el rey don Juan Carlos elogiaba, en el transcurso de una visita al acuartelamiento de Ronda, la adaptaci¨®n a los nuevos tiempos que hab¨ªa experimentado la Legi¨®n. No fue un elogio gratu¨ªto. La modernizaci¨®n de las Fuerzas Armadas en general ha alcanzado tambi¨¦n a ese cuerpo de ¨¦lite, de larga tradici¨®n guerrera y con fuertes se?as de identidad. Un exponente de esa modernizaci¨®n es su participaci¨®n en misiones humanitarias en Bosnia bajo bandera de la ONU con excelente resultado.Incidentes como los de este fin de semana en Melilla, en el que han estado implicados 300 legionarios del Tercio Gran Capit¨¢n, de guarnici¨®n en esa ciudad, ponen de manifiesto que la adaptaci¨®n es a todas luces insuficiente. La conducta tribal de tan numeroso grupo de legionarios, que se toman la justicia por su mano en venganza por la muerte de un compa?ero en una reyerta, agreden a la poblaci¨®n civil y destrozan cuanto encuentran, choca frontalmente con los valores y los modos de una sociedad civilizada.

La m¨ªstica asociada al grito de "?A m¨ª la Legi¨®n!" no puede llevar a unos soldados profesionales en una sociedad democr¨¢tica a comportarse como v¨¢ndalos y aterrorizar a una poblaci¨®n civil no s¨®lo indefensa, sino absolutamente ajena al hecho invocado como pretexto. Las autoridades militares han actuado con diligencia al exigir responsabilidades. Y el presunto autor del crimen ha, sido detenido. Pero incidentes como el de Melilla demuestran que la adaptaci¨®n a los nuevos tiempos a la qu¨¦ se refer¨ªa el Rey pasa tambi¨¦n por un cambio de mentalidad.