El Madrid enigm¨¢tico estar¨¢ en Par¨ªs
El equipo madridista jugar¨¢ la semifinal ante el Barcelona el 9 de abril
El Madrid presenta su candidatura al t¨ªtulo, pero nadie sabr¨ªa definir muy bien cu¨¢les son, en realidad, sus poderes. Si hubiera que resumir las caracter¨ªsticas esenciales de su juego en breves l¨ªneas, a modo de cort¨¦s introducci¨®n, cualquier especialista caer¨ªa en la tentaci¨®n de anotar antes sus muchos defectos que sus inescrutables virtudes. ?Es un gran equipo defensivo? Digamos que predomina su defensa sobre su ataque. ?Tiene alguna singularidad su ataque? Todo depende de Arlauckas y Savic hasta extremos irritantes ?Desarrolla un buen juego est¨¢tico? No. ?Maneja bien sus opciones? Tampoco. El Madrid prepara las maletas para viajar a Par¨ªs despu¨¦s de eliminar al Olympiakos en singular duelo. Singular, s¨ª, si se tiene en cuenta que vivi¨® a cuenta de una canasta durante siete de los ¨²ltimos ocho minutos y medio. Este Madrid es todo un enigma.La explicaci¨®n es tan sencilla como anecd¨®tica. El Real Madrid resolvi¨® el desempate por un camino heterodoxo, fiel a una imagen que no cambia con el paso del tiempo. Durante la primera parte, el Olympiakos se cobr¨® una ventaja de hasta 10 tantos (13-23) y cinco triples fuera de gui¨®n (tres de Smith y dos de Santos) resolvieron el problema. Ese fue, formalmente hablando, todo el tiro exterior que ejecut¨® el Madrid en el partido. Pero lo hizo tan concentrado y tan por sorpresa que el equipo griego acus¨® el golpe. Al descanso, entre canastas de Arlauckas y Savic, lleg¨® con ligera ventaja (42-39).
La segunda parte tuvo otra trayectoria, pero no menos estrafalaria. Presion¨® la defensa, ajust¨® el rebote, encontr¨® a Arlauckas y Savic y se puso en franquicia (62-47 a falta de ocho minutos y medio). En buena l¨®gica, el partido ten¨ªa buena pinta, pero no estaba ganado. Sucedi¨®, entonces, que el Madrid se limit¨® a dejar pasar el tiempo ante la mirada de la defensa griega. La presunta aberraci¨®n result¨® efectiva: a falta de minuto y medio, el Madrid s¨®lo hab¨ªa conseguido una canasta m¨¢s y ocho tiros libres. Nunca tan poco dio para tanto.
Habr¨¢ que a?adir que el Olympiakos, quiz¨¢s confundido por tan extra?a estrategia, dio anticipadamente por perdido el partido: no defendi¨®, salvo una t¨ªmida y tard¨ªa presi¨®n, y perdi¨® los papeles en ataque. Fue un extra?o caso: el Madrid jug¨® mal, pero hizo rematadamente malo al Olympiakos.
Y aqu¨ª tenemos al Madrid en la final a cuatro de Par¨ªs. No se sabe muy bien c¨®mo. Jugando m¨¢s mal que bien. Sin un estilo definido (o que se pueda definir sin ofender a alguien). Sin m¨¢s argumentos que un tiro exterior intermitente (por ser generosos), una defensa a veces interesante, y el monopolio ofensivo de Arlauckas y Savic. Y ah¨ª est¨¢ Obradovic, camino de su cuarto t¨ªtulo europeo, sin que podamos adivinar cu¨¢l es exactamente el secreto de su poci¨®n m¨¢gica. No es un equipo m¨¢gico. Digamos que... enigm¨¢tico.
Final Four en Par¨ªs
La Final Four se celebrar¨¢ en Par¨ªs del 9 al 11 del pr¨®ximo mes de abril. Se han clasificado el Barcelona, el CSKA de Mosc¨² (que ayer derrot¨® al Pau Orthez por 83-74), el Panathinaikos (que derrot¨® al Benetton por 6465). Las semifinales ser¨¢n de la siguiente forma: Real Madrid-Barcelona y Panathinaikos-CSKA de Mosc¨².
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.