Rabia contenida en Jeric¨®
Las fronteras de los territorios aut¨®nomos palestinos siguen cerradas por Israel
El colapso circulatorio de Jerusal¨¦n y Tel Aviv, causado por la visita de Bill Clinton, contrasta con la soledad que se vive en los territorios aut¨®nomos, cuyas fronteras siguen cerradas por los israel¨ªes tras los ¨²ltimos atentados. Veinticuatro horas despu¨¦s de la conferencia. de Sharm el Sheij (Egipto), en la ciudad cisjordana de Jeric¨®, a 25 kil¨®metros al noreste de Jerusal¨¦n, se respira un clima de rabia contenida y al mismo tiempo de esperanza de que acabe pronto la pesadilla del bloqueo.La visita del presidente de EE UU est¨¢ siendo seguida por sus habitantes a trav¨¦s de la televisi¨®n. "Clinton, bienvenido", declara Mohamed, un joven que durante estos d¨ªas apenas tiene trabajo a causa del cierre de la frontera. "Ojal¨¢ que la pr¨®xima vez venga a Jeric¨®, que visite Gaza y Cisjordania", a?ade sonriente. Esa fecha parece a¨²n lejana.
Jeric¨® tiene 25.000 habitantes, pero menos de una cuarta parte de su poblaci¨®n trabaja al otro lado de la frontera. "A pesar de todo, el bloqueo lo est¨¢ sintiendo seriamente la gente y si contin¨²a por m¨¢s tiempo hay peligro de que la poblaci¨®n se radicalice", advierte Philip Abed Rabbo, un cristiano palestino empleado del Ayuntamiento. "No es justo que la mayor¨ªa est¨¦ sufriendo un castigo tan severo por lo que haya podido hacer una minor¨ªa". Cuenta Abed Rabbo que despu¨¦s de los atentados perpetrados por Ham¨¢s ha habido algunas manifestaciones en contra del terrorismo en la ciudad, "pero la gente empieza a estar molesta porque Israel no levanta las restricciones".
Tres j¨®venes abogados vestidos con el uniforme de la polic¨ªa palestina, luciendo en las hombreras la estrella de teniente, confiesan que no tienen ninguna dificultad en trabajar cuando llegue el caso con las Fuerzas (de Seguridad israel¨ªes. Jeric¨® pas¨® a finales del a?o pasado a la jurisdicci¨®n de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), poco despu¨¦s de la firma de los acuerdos de Washington para la ampliaci¨®n de la au tonom¨ªa de Cisjordania. Sin embargo, algunas redadas contra presuntos militantes integristas han sido coordinadas por los dos cuerpos del orden.
Ham¨¢s no es Fuerte en Jeric¨®"', declara Saed Alfahume, quien, sin embargo, reconoce que se han producido durante la semana pasada detenciones de militantes o simpatizantes de Ham¨¢s aunque mucho menos que en Hebr¨®n, Ramala o Nabl¨²s.
El sentimiento antiisrael¨ª sale como una cascada de la boca de Ahmed, el due?o de una tienda de alimentos en la plaza principal de la ciudad, quien declara que "la situaci¨®n es insostenible". Afirma que no puede reponer productos y que apenas vende las existencias que le quedan. "Estamos prisioneros en una gran c¨¢rcel. La paz que tenemos es de fachada. Lo ¨²nico que aqu¨ª ha cambiado es que ese edificio ha pasado a manos palestinas, pero sin ning¨²n poder", dice con voz alterada al se?alar la sede central de la polic¨ªa de Jeric¨®.
Ahmed conf¨ªa en que la conferencia de Sharm el Sheij y la visita de Clinton alivie la actual crisis y aceleren el levantamiento del bloqueo. Pone el dedo acusador en Israel: "Pero, ?de qu¨¦ se extra?an cuando hay atentados si esta gente sigue sin poner en libertad a 5.000 palestinos que todav¨ªa est¨¢n en sus c¨¢rceles o no tienen siquiera compasi¨®n para excarcelar a un hombre ciego y paral¨ªtico?", concluye al referirse al jeque Ahmed Yasil, fundador en 1987 del Movimiento de Resistencia Isl¨¢mica, que fue condenado a cadena perpetua dos a?os despu¨¦s como responsable de organizar un grupo terrorista y de planear el secuestro y el asesinato de dos soldados israel¨ªes.
Nadie se atreve a poner fecha a la apertura de la frontera israel¨ª con los territorios aut¨®nomos. El levantamiento parcial que hubo a principios de esta semana para permitir el paso de camiones egipcios cargados de alimentos a Gaza despert¨® la esperanza palestina de que todo ello pod¨ªa significar la antesala del fin del bloqueo. De hecho, Peres anunci¨® el mi¨¦rcoles que las autoridades israel¨ªes se preparaban a autorizar la reanudaci¨®n de las actividades pesqueras palestinas en la costa de Gaza. Ayer, el primer ministro manifest¨® durante la conferencia de prensa conjunta con el presidente Clinton que el momento a¨²n no ha llegado.
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