El Betis, obligado a jugar en su campo con el Salamanca pese a su clausura por un partido

El campo de la Rosaleda de M¨¢laga no servir¨¢ al final de escenario para el partido del Betis en el exilio. Su encuentro de Liga con el Salamanca se jugar¨¢ ma?ana en el campo b¨¦tico pese a estar clausurado por un partido. El Comit¨¦ Espa?ol de Disciplina Deportiva (CEDD), el organismo que en ¨²ltima instancia que ratific¨® el cierre del Benito Villamar¨ªn, suspendi¨® ayer cautelarmente la sanci¨®n al valorar el c¨²mulo de inconvenientes que presenta el campo malague?o, inhabmailitado por la Ley del Deporte al no disponer de medidas de control inform¨¢tico en sus accesos.

El Betis-Salamanca moviliz¨® ayer a las m¨¢s altas instancias del deporte. El Gobierno Civil de M¨¢laga, el Consejo Superior de Deportes, la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, la Liga Profesional y las directivas del Betis y del M¨¢laga celebraron reuniones simult¨¢neas para desbloquear la desautorizaci¨®n del encuentro. No fue posible. El partido se jugar¨¢ en el Benito Villamar¨ªn, aunque su clausura se mantiene para otro encuentro, presumiblemente el Betis-Racing del 7 de abril. El consejero delegado del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, acept¨® a muy a rega?adientes la soluci¨®n salom¨®nica del CEDD, que calific¨® de "bodrio" Luis Bellver, vicepresidente b¨¦tico.El jueves, a tan s¨®lo 72 horas del encuentro, el gobernador civil de la provincia, ?ngel Fern¨¢ndez Lupi¨®n, prohibi¨® su disputa en M¨¢laga a instancia de la Comisi¨®n Antiviolencia. La Rosaleda no se ajusta a la Ley del Deporte, que exige un riguroso control de acceso de los espectadores mediante tomos mec¨¢nicos y lectura inform¨¢tica de billetes. La Rosaleda ya registr¨® incidentes de orden p¨²blico en el amistoso Espa?a-Finlandia disputado en 1994.

Fern¨¢ndez Lupi¨®n, mantuvo ayer firme su decisi¨®n de prohibir el partido en el campo del M¨¢laga. No consider¨® suficientes las garant¨ªas de seguridad ofrecidas por los dirigentes b¨¦ticos y malague?os. La movilizaci¨®n afectaba a todos los efectivos de la seguridad p¨²blica: Polic¨ªa Nacional, Polic¨ªa Local, Protecci¨®n Civil, Bomberos y Cruz Roja. Pero Lupi¨®n no acudi¨® a una cita preparada por Lopera y el presidente del M¨¢laga para reconsiderar la prohibici¨®n.

Este Betis-Salamanca no era un partido cualquiera. Unos 40.000 seguidores b¨¦ticos iban a desplazarse el domingo a M¨¢laga para acompa?ar a su equipo en el destierro. El Betis hab¨ªa canjeado ayer m¨¢s de 30.000 abonos por entradas. M¨¢s de 300 autocares y centenares de veh¨ªculos particulares ten¨ªan prevista la partida. Tal suerte de convocatoria inquiet¨® anteayer al gobernador civil de M¨¢laga, quien opt¨® por reclamar, el peso de la Ley: "Sin medidas de control inform¨¢tico de acceso no se autoriza el partido", reiter¨® ayer.

Las localidades despachadas en las taquillas del Benito Villamar¨ªn no tienen numeraci¨®n, s¨®lo est¨¢n distribuidas por zonas (fondos, preferencia y tribuna). Ello quiere decir que los hinchas tendr¨ªan que buscar la mejor ubicaci¨®n a medida de que fueran accediendo. El riesgo de avalanchas encendi¨® la alarma. Y, curiosamente, las entradas que sirvi¨® el Betis no tienen numeraci¨®n ni c¨®digo de barras porque todo el mundo sab¨ªa con antelaci¨®n que La Rosaleda carec¨ªa de tomos y lectores magn¨¦ticos. Tambi¨¦n conoc¨ªa el defecto la Federaci¨®n Espa?ola que, pese a ello, autoriz¨® el campo malague?o para la disputa del encuentro que el Betis deb¨ªa cumplir en el exilio por los incidentes de su eliminatoria de Copa con el Atl¨¦tico.

Hab¨ªa otras soluciones. La primera negativa de Lopera a aceptar la devoluci¨®n del partido a su campo iba acompa?ada de una contraoferta a la Federaci¨®n: que se celebrara en C¨¢diz. Pero la idea multiplicaba los riesgos. El campo Ram¨®n de Carranza, con tornos, tiene un aforo de 22.000 espectadores, con lo que 10.000 b¨¦ticos con carn¨¦ estar¨ªan privados del derecho asistir al encuentro. De aceptarse esta soluci¨®n, Lopera lleg¨® a recomendar una movilizaci¨®n especial de las Fuerzas Armadas para evitar un grave altercado de orden p¨²blico. Finalmente, el Carranza fue desautorizado. El gobernador civil de M¨¢laga hab¨ªa sugerido al Betis el traslado urgente de sus tornos mec¨¢nicos a La Rosaleda. Para Lopera fue la peor de las soluciones.