Susan Sarandon: "Los estudios nunca habr¨ªan hecho una pel¨ªcula como 'pena de muerte"
La actriz norteamericana ha sido propuesta por quinta vez al oscar de interpretaci¨®n
Conseguir una candidatura sin hacer nada, sin interpretar, sin alzar nunca la voz, sin escenas melodram¨¢ticas, con unos di¨¢logos escuetos en los que se oye a menudo la expresi¨®n "lo siento". Eso ha logrado Susan Sarandon con el personaje de sor Helen, que en Pena de muerte acompa?a en sus ¨²ltimos momentos de vida al condenado a muerte Matthew, interpretado por Sean Penn. La pel¨ªcula ha convencido no s¨®lo a los miembros de la Academia -es la quinta candidatura de Sarandon-, sino tambi¨¦n al p¨²blico. "Los estudios nunca habr¨ªan hecho una pel¨ªcula como Pena de muerte", declara la actriz. "A lo mejor habr¨ªan elegido un final tranquilizador, porque quieren que el p¨²blico salga contento de la sala".
Sarandon opina que el ¨¦xito de p¨²blico de Pena de muerte "demuestra que los estudios subestiman a los norteamericanos, los consideran incapaces de aceptar una pel¨ªcula en la que no hay bien y mal, blanco y negro, sino que domina el gris de la duda, con un final que no ofrece respuestas, sino que plantea preguntas e invita a la reflexi¨®n".Respecto a su papel en el largometraje dirigido por su compa?ero, el actor Tim Robbins, comenta: "Era muy arriesgado, pod¨ªa resultar mon¨®tono, y aburrid¨ªsimo, pero era la ¨²nica manera de hacerlo, sobre todo despu¨¦s de haber hablado largamente con la verdadera sor Helen, que me repet¨ªa: 'No debes manipularle o reprenderle, debes plegarte a sus pensamientos, sigui¨¦ndole como ser humano con la esperanza de que encuentre por s¨ª mismo la fuerza y el valor de reconocer su responsabilidad antes del fin'. Para m¨ª ha sido muy dif¨ªcil, he tenido que borrar todo lo que soy, y soy una luchadora, m¨¢s inclinada a actuar o reaccionar que a sufrir en silencio. Me parezco poco a sor Helen, con su fragilidad y su aparente dulzura".
Pena de muerte, una de las pel¨ªculas favoritas a los oscars que se entregan el pr¨®ximo lunes, se interroga sobre la justicia de las ejecuciones capitales. "Hemos tratado de mostrar la pena de muerte en toda su verdad, ya que en Estados U?idos es s¨®lo un instrumento de muchos pol¨ªticos, que piden el voto prometiendo eliminar la criminalidad con la pena de muerte. Pero la gente no sabe nada, no sabe exactamente lo que le sucede a un condenado. La pel¨ªcula lo desvela en toda su crudeza y es importante que suscite horror, aunque el condenado sea un criminal culpable. No s¨¦ si la pel¨ªcula har¨¢ cambiar de opini¨®n a quien tenga ideas claras respecto al problema, en pro o en contra. Pero ya es bastante haber quitado un velo y dado pie a la discusi¨®n".
Sin maquillaje
En el papel de sor Helen, Sarandon act¨²a sin maquillaje y, sin embargo, su belleza se resiente s¨®lo aparentemente. "Creo que la fascinaci¨®n y la sensualidad son ajenas a los esquemas de la belleza, vienen de una disponibilidad hacia la vida y los dem¨¢s. Sor Helen est¨¢ iluminada por el amor, porque la pel¨ªcula es una historia de amor, en el sentido m¨¢s puro del t¨¦rmino. Y los l¨ªmites f¨ªsicos, la imposibilidad de tocarse y de desahogarse, exaltan el sentimiento, lo hacen fort¨ªsimo" dice. "Y, en general, pienso que a la mujer ya se le permite ser sexy a los 60 a?os. Hasta ahora era una prerrogativa masculina".Por lo que respecta a ella, no hay dudas. Delgada, ¨¢gil, elegante en la sencillez del negro absoluto de pantalones y camiseta."Es casi un uniforme, el negro me calma". Susan Sarandon afronta en un hotel londinense las entrevistas de promoci¨®n de la pel¨ªcula con una disponibilidad y una frescura extraordinarias. M¨¢s que la segura actriz en la cincuentena, parece una "vieja chica de los a?os sesenta". "Sigo fiel a los principios de entonces", dice, "no reniego de nada. Entonces era f¨¢cil comprender la parte justa y elegir, mientras que hoy la confusi¨®n es muy grande, agigantada por los medios de comunicaci¨®n. Y lo siento por nuestros hijos. Debemos esforzarnos mucho para protegerlos de las manipulaciones".
Apasionada y sin reticencias, Sarandon denuncia la hipocres¨ªa de definiciones como pol¨ªticamente correcto. "Si hay una lucha que librar o un esquema que romper, ?qu¨¦ me importa ser pol¨ªticamente correcta? Quiero ser incluso incorrecta, lo esencial es ser moralmente consciente. Qui¨¦n sabe por qu¨¦ hablar hoy de moral parece no estar de moda, no estar bien. No s¨¦ hacia d¨®nde ir¨¢ Estados Unidos. S¨¦ que la derecha pol¨ªtica y econ¨®mica es muy poderosa, posee peri¨®dicos, cadenas de televisi¨®n, puede influir en las empresas. Es verdad que somos muchos los que nos comprometemos en las batallas civiles para conservar nuestras libertades y nuestros derechos, que cada vez se ven sometidos a m¨¢s ataques. Pero hay una tendencia extra?a entre mucha gente de la izquierda. Algunos, como Thimoty Leary, entran en un delirio exaltado, esperan inertes el fin del milenio; otros se inclinan por la religi¨®n, encerr¨¢ndose en s¨ª mismos".
Pol¨ªtica en Hollywood
?Y ella no tiene nunca momentos de cansancio, de impotencia? "Claro que s¨ª. Me retiro y lloro un poco, o abrazo con fuerza a alguno de mis hijos y me animo. En mi opini¨®n, todo aquel que hace un trabajo p¨²blico, en especial un actor, tiene el deber de utilizar su popularidad para afirmar principios y denunciar injusticias. ?Hacer pol¨ªtica? ?Por qu¨¦ no? Hollywood y todo el cine hacen pol¨ªtica, imponiendo con la fuerza de las im¨¢genes modelos de vida, de familia, de comportamientos, de censuras. ?No contribuy¨® Leni Riefenstahl al ascenso de Hitler? Y los modelos de madre que las pel¨ªculas norteamericanas han difundido en el mundo, tan perfectas, dispuestas al sacrificio, han marcado a muchas generaciones. Creo que soy una buena madre, s¨¦ que la maternidad conlleva renuncias. Tim y yo tratamos de conciliar el trabajo con las ganas de estar con ellos y hacer de padres, pero, si pienso en ese tipo de madre, me siento como una miserable".Copyright: La RepubNica / EL PA?S
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