Al Madrid le sale un gemelo
El Athletic se arma de cr¨¦dito en un duelo de colosos
Fue como si el Madrid se mirara al espejo. De repente descubri¨® una figura joven, de buen porte, que tambi¨¦n hablaba de f¨²tbol. Le bast¨® despistarse un instante para sentir el empuj¨®n de alguien al que estimaba tan irreal como inferior. Mentira. Ayer ambos depararon un partido de lujo, de fabulosa intensidad. El p¨²blico m¨¢s acalorado se fue con el gesto moh¨ªno. El que ama el f¨²tbol a¨²n anda felicit¨¢ndose.
El Athletic salt¨® al campo, se puso a correr, y se choc¨® con la figura de Guti, suficiente motivo para tirar los trastos y encomendarse al cielo. El jugador m¨¢s iluminado de la categor¨ªa apareci¨® en el minuto tres. Terror¨ªfico asunto. Guti resolvi¨® una atropellada acci¨®n como debe hacerlo un jugador al que el Bernab¨¦u espera con b¨ªblica predisposici¨®n. A lo grande.
Pero ocurri¨® que el Madrid se encontr¨® con un rival enorme, por mucho que la clasificaci¨®n diga, con tozudez, que su f¨²tbol no vale. Pero vaya si vale. Llamarles cachorros a los de Sarabia suena insultante. Sobre todo cuando sus jugadores demuestran que saben, pueden y quieren. Porque el Madrid se encontr¨® con el empate y se desactiv¨®. M¨¢s de 3.000 personas esperaron a Guti y se encontraron con Jaime y con el Athletic. El esperado nunca apag¨® el intermitente, ahora s¨ª, ahora no. As¨ª le fue.
El Madrid no pas¨® de depender de la pulcritud de Jaime. Fue insuficiente. El Athletic, mientras, se apoyaba en jugadores de corte bien distinto, pero no menos admirables. Y se apoyaba, sobre todo, en su inteligencia. La mejor prueba fue su segundo gol, algo as¨ª como la mejor jugada de la mejor partida de ajedrez. Una falta al borde del ¨¢rea, y dos jugadores de espaldas a la porter¨ªa. Uno la toca en corto, el otro, Edu Alonso, se va por el lado contrario a la barrera. Todos le siguen y ¨¦l la pone en el segundo palo, donde no hay casi nadie... Excepto Guerrero, que cabece¨® el bal¨®n con todo su f¨²tbol y con todo su apellido.
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