El Tenerife gana sin esfuerzo

El Tenerife se las ingeni¨® para ganar el partido gastando lo m¨ªnimo. En el primer tiempo fue capaz de adquirir ventaja en el ¨²ltimo minuto en la primera jugada elaborada desde el comienzo. Estuvo siempre agazapado, acechante, buscando el modo de hacer da?o al Oviedo con transiciones de bal¨®n muy breves. Casi nunca conect¨® adecuadamente sus dos l¨ªneas m¨¢s avanzadas, por lo que el bal¨®n lo tuvo m¨¢s tiempo el Oviedo. El equipo local, por ello, no estuvo c¨®modo, sin apenas campo libre para operar. Cuando marc¨® Juanele, en ese minuto final del primer tiempo que se da en llamar psicol¨®gico, los m¨¦ritos del Tenerife ante el marco contrario hab¨ªan sido casi en exclusiva del defensa Llorente, convertido en un consumado cabeceador en el ¨¢rea enemiga. Por dos veces tuvo el gol en su cabeza, pero Mora primero y Su¨¢rez despu¨¦s salvaron el peligro.El Oviedo volvi¨® a ser un equipo sin direcci¨®n, a pesar de los estimables minutos de Manel hasta el descanso. El equipo azul empez¨® a ver ensombrecido el panorama por culpa de las lesiones musculares de dos hombres hoy d¨ªa imprescindibles. Christiansen estuvo apenas 15 minutos en escena, antes de quedar fuera de combate tras dar un taconazo. Veinte minutos despu¨¦s le pas¨® lo mismo a Jerkan, en un cruce apurado. Sin el croata en el campo, la retaguardia del Oviedo ya no las tuvo todas consigo. Adem¨¢s, Oli perdon¨® ante Ojeda uno de esos balones que, de puro f¨¢ciles, acaban siendo un compromiso, porque echarlos fuera de la porter¨ªa es casi imposible. En la segunda parte, con el partido ya decidido, el ariete azul desperdici¨® otro bal¨®n a¨²n m¨¢s dif¨ªcil de fallar.

El Tenerife sali¨® mand¨®n tras el descanso, pero las ganas de tomar riesgos le duraron apenas unos minutos. El Oviedo tuvo el empate y posiblemente las llaves del partido dos veces en un minuto. Entre el minuto 12 y el 13 Ojeda respondi¨® a un remate de Carlos con un desv¨ªo fant¨¢stico y Dubovsky estamp¨® un ca?onazo en el poste.

El Tenerife acab¨® con el partido a rengl¨®n seguido. Heynckes hizo un par de cambios Para tomar ox¨ªgeno y, en plena recomposici¨®n, Pizzi fabric¨® un gol imponente; la tarjeta de presentaci¨®n de uno de esos arietes que van al grano y que no se andan con contemplaciones. Cerca del pico izquierdo del ¨¢rea le lleg¨® un bal¨®n manso y, cuando todos esperaban un capotazo, un toque en corto o un regatito, meti¨® la zurda como si de un lanzacohetes se tratara. Mora se qued¨® estupefacto y acab¨® trag¨¢ndose el ob¨²s sin remisi¨®n.

El penalti que transform¨® Oli ni siquiera hizo que el Oviedo, que por entonces ya estaba roto, con Onopko y Dubovsky sin br¨²jula, se agarrara al ¨²ltimo vag¨®n. Fue toda una premonici¨®n que Carlos y el propio Dubovsky se escabulleran y que Oli tuviera que formalizar el lanzamiento. Apenas pas¨® apuros el Tenerife hasta que Pinilla apuntill¨® gracias a una fantas¨ªa de Felipe, en un contraataque que luego repiti¨® su equipo hasta la saciedad, perdonando una goleada.