Hinchas y directivos amenazan a los futbolistas italianos
Tormenta en el 'calcio' por el paro convocado ayer por jugadores y entrenadores, de la serie A-1
"Hoy, en Italia, somos millones de Robinsones Crusoes". As¨ª expresaba ayer el diario La Repubblica el cosquilleo general que se hab¨ªa apoderado de Italia en un domingo sin f¨²tbol a causa de una huelga de jugadores y entrenadores. "Parecemos una isla desierta", apostillaba el rotativo romano para reflejar el silencio obligado en todos los estadios.*La huelga italianaha desconcertado a toda la hinchada. Los tiffosi. est¨¢n de u?as. La denominada Federaci¨®n Italiana de sostenedores de Clubes de F¨²tbol (FISSC), hizo p¨²blico un comuni cado en el que advert¨ªa a los futbolistas de que "si contin¨²an actuando sin el respeto obligado a los aficionados tendr¨¢n en breve una respuesta obvia: la huelga". Nadie se explica qu¨¦ puede llevar a los jugadores y entrenadores mejor pagados, m¨¢s mimados y m¨¢s reverenciados del mundo a colgar las botas en se?al de protesta. ?De qu¨¦ protestan? Jugadores y entre nadores no discuten sus emolu mentos, sino su escasa representa ci¨®n en la federaci¨®n. Quieren m¨¢s poder en la toma de decisiones. Adem¨¢s, en el horizonte est¨¢ el fondo de garant¨ªa para los jugado res de los clubes en quiebra, las consecuencias de la sentencia Bosman y el derecho de voto. Los clubes tambi¨¦n han reaccionado con dureza. El presidente del Inter, Massimo Moratti, ha amenzado con tomar medidas-si el paro se repite el 21 de abril. Desde Londres, Aldo Spinelli, presidente del G¨¦nova, ha advertido a los jugadores que se deben a un contrato firmado con sus clubes. "Y nosotros, los presidentes, podremos romper todos los contratos de los jugadores".
Al margen de loslamentos de los aficionados y los directivos, los rotativos se quedaronsin titulares; las televisiones tuvieron que retocar sobre la marcha sus programaciones; y los responsables de la quiniela sufrieron enormes perd¨ªdas (un 4% de sus ingresos anuales). S¨®lo Juventus, Parma, Milan y Roma, que esta semana juegan partidos europeos, se sintieron aliviados. Sus t¨¦cnicos fueron los ¨²nicos que tuvieron trabajo. Otros, como Sven Goran Eriksson (Sampdoria) se dedicaron a mejorar su nivel ten¨ªstico. Otros fueron m¨¢s pr¨¢cticos: Claudi¨® Ranieri (Fiorentina) aprovech¨® para hacer chapuzas en su casa.
No fueron los ¨²nicos. Irina Batistuta, la mujer del delantero argentino de la Fiorentina, transmiti¨® la inmensa felicidad de las mujeres de los jugadores: "Yo si que estoy feliz, puesto que por fin podr¨¦ disfrutar un domingo junto a mi marido; ?y qu¨¦ decir de nuestro peque?o Thiago". No todas tuvieron la misma suerte. Benedetta di Chiara, esposa de Alberto, lateral izquierdo del Parma, est¨¢ molesta, porque por una vez que hay huelga su marido est¨¢ concentrado. "Las mujeres de los futbolistas del Parma hemos perdido una ocasi¨®n para vivir por una vez como familias normales. A las concentrac¨ªones deben ir los directivos y no nuestros maridos", manifest¨® Bendetta di Chiara.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.