La Paz cita ahora para un esc¨¢ner a un paciente que falleci¨® en ese centro hace ocho meses

Antonio Prieto, de 31 a?os, no acaba de salir de su asombro con La Paz. En este hospital muri¨® su padre -Lucas Prieto, de 67 a?os- el 2 de julio de 1995. El problema es que el fallecido es la misma persona que ahora -ocho meses despu¨¦s de morir- ha sido citada por La Paz para hacerle un esc¨¢ner. Es un caso en el que llueve sobre mojado. La atenci¨®n que recibieron Lucas Prieto y su familia en los 38 d¨ªas que ¨¦ste permaneci¨® internado llev¨® entonces a su hijo a enviar una amarga carta de queja al Rey, al Ministerio de Sanidad, al Defensor del Pueblo y a este peri¨®dico.

Con impotencia, su hijo Antonio indicaba en las misivas que su progenitor hab¨ªa sido objeto "de diagn¨®sticos contradictorios", y se sent¨ªa especialmente dolido por la "poca informaci¨®n" que recibieron ¨¦l y sus hermanos sobre lo ocurrido a su progenitor (v¨¦ase EL PA?S del 12 de octubre de 1995). La citaci¨®n para el esc¨¢ner -recibida d¨ªas atr¨¢s- se produce un mes despu¨¦s de que la direcci¨®n de La Paz enviase un escrito a la familia explicando los pormenores que rodearon la estancia hospitalaria de Lucas. Ese escrito, que tiene fecha del 30 de enero, es una contestaci¨®n al desolador relato, lleno de preguntas y dudas, que Antonio remiti¨® al Rey y a otros organismos, entre ellos La Paz, exigiendo respuestas a lo que ¨¦l interpretaba como "desinformaci¨®n y diagn¨®sticos contradictorios". La cita para el esc¨¢ner ha llegado, curiosamente, cuando Antonio Prieto, hijo del fallecido, acababa de redactar otro escrito como r¨¦plica al que La Paz le envi¨® con fecha 30 de enero.Lucas, seg¨²n la citaci¨®n que obra en poder de este peri¨®dico, deb¨ªa acudir el pr¨®ximo 24 al servicio de neurorradiolog¨ªa a las nueve de la ma?ana. "Este hecho", se?ala el hijo, "refuerza mi denuncia del descontrol que existe y exist¨ªa en La Paz".

"Es indignante"

"Es indignante", afirma Antonio Prieto, delineante de profesi¨®n. "Con todo lo que estamos pasando la familia, y que ahora recibamos una carta diciendo que vaya mi padre el d¨ªa 24, y en ayunas... ?Qu¨¦ pasa con los sentimientos de la familia; acaso eso no cuenta?", se pregunta.Al margen del supuesto desorden (que un portavoz de La Paz atribuye a la ausencia de una informatizaci¨®n adecuada), la cita para el esc¨¢ner revela adem¨¢s la agobiante demora que azota al servicio de neurorradiolog¨ªa de este hospital, del que parte la citaci¨®n.

El citado portavoz sanitario admite que se ha producido un error en el caso de Lucas Prieto. No obstante, matiza que el parte m¨¦dico que ordena que se practique un esc¨¢ner al fallecido es anterior al ingreso de ¨¦ste en La Paz. Es decir, procede del m¨¦dico del ambulatorio al que sol¨ªa ir Lucas Prieto. ?ste ingres¨® en La Paz el 26 de mayo de 1995. Una ambulancia del Samur (urgencias del Ayuntamiento) le traslad¨® al servicio de urgencias de este centro tras sufrir una ca¨ªda en la calle, cerca del Santiago Bernab¨¦u.

Esa orden lleg¨® al hospital sin la anotaci¨®n de urgente, porque as¨ª debi¨® entenderlo su m¨¦dico de cabecera, indica el portavoz sanitario. Al no revestir urgencia, agrega, se le incluy¨® en la lista de espera. Salvo para casos de urgencia, s¨ª existe demora antes de pasar por el esc¨¢ner, reconoce. Pero ello no significa que haya inactividad en este servicio, aclara. Y lo justifica: "El a?o pasado se hicieron unos 20.000 esc¨¢neres; unos sesenta diarios, la mayor¨ªa procedentes del servicio de urgencias. ?stos son los que demoran los otros. Cada prueba tarda 30 minutos", razona.

El hijo del fallecido asegura a este peri¨®dico que la citaci¨®n para que su padre acuda al servicio de neurorradiolog¨ªa procede de La Paz. "Mi padre estuvo personalmente en La Paz y entreg¨® el volante del m¨¦dico para que le hiciesen un esc¨¢ner. All¨ª le dijeron que ya le llamar¨ªan. ?Y miren cu¨¢ndo le llaman!".

Durante la hospitalizaci¨®n, Lucas Prieto sufri¨® una neumon¨ªa que, a su vez, despert¨® una antigua dolencia de h¨ªgado, y muri¨® a los 38 d¨ªas de ingresar. Antonio exigi¨® entonces a La Paz que le explicase de qu¨¦ hab¨ªa muerto su padre. "Unos m¨¦dicos nos dec¨ªan que ten¨ªa una cosa, y otros, otra", se?ala. Parte del periodo de hospitalizaci¨®n coincidi¨® en el tiempo con la huelga que mantuvieron los m¨¦dicos del Insalud en junio y julio de 1995.

La direcci¨®n del hospital le dio explicaciones, pero "tan t¨¦cnicas y contradictorias" que Antonio no qued¨® satisfecho. De ah¨ª su idea de enviar cartas al Rey y a otros organismos. Las aclaraciones que le ha remitido ahora La Paz -despu¨¦s de que el Ministerio de Sanidad informase a la familia de que hab¨ªa abierto una investigaci¨®n- tampoco satisfacen al hijo. "Siguen siendo contradictorias", sostiene.