El ruido en Espa?a provoca sordos de 30 a?os
"Hoy Bethoven hubiera o¨ªdo", dice el jefe de Otorrinolaringolog¨ªa de La Concepci¨®n, Carlos Cenjor
, La media de edad de los pacientes con problemas de sordera, en las grandes ciudades espa?olas, ha bajado en los ¨²ltimos tiempos de 60 a?os a un amplio y sorprendente abanico entre los 30 y 45.
La causa principal, argumentan los especialistas, es la agresi¨®n constante que supone para los o¨ªdos el excesivo ruido ambi ntal de las aglomeraciones urbanas. Tal afirmaci¨®n se desprende de las conclusiones obtenidas por 160 especialistas de toda Espa?a, reunidos directa-mente en el simposium sobre diagn¨®stico y tratamiento prot¨¦sico de la sordera, organizado recientemente en Madrid po la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz.
Seg¨²n explica Carlos Cenjor Espa?ol, jefe de servicio de Otorrinolaringolog¨ªa del madrile?o hospital de La Concepci¨®n y director del seminario, "el ruido de las socieldades civilizadas provoca traumas en el o¨ªdo interno que afectan a la recepcion de las frecuencias m¨¢s agudas, dificultando a quienes lo padecen la cornprensi¨®n en determinadas situaciones.
Por ejemplo", explica, "en una conversaci¨®n en la que intervienen varias personas a la vez". Es ¨¦ste el caso m¨¢s t¨ªpico de la denominada "sordera del anciano". Se da la circunstancia de que este trastorno, y en las grandes urbes, aparece en la actualidad a edades cada vez m¨¢s temprana .
La soluci¨®n m¨¢s frecuente para este tipo de lesiones en el o¨ªdo interno consiste en la implantaci¨®n de pr¨®tesis; de ah¨ª la importancia que el desarrollo de la tecnolog¨ªa tiene en el tratamiento de la sordera. El ¨²ltimo avance en este campo es la primera pr¨®tesis de tecnolog¨ªa al 100% digital, que integra en un aud¨ªfono de reducido tama?o un procesador digital de se?al, con soluciones en calidad de audici¨®n comparables a la diferencia de sonido entre un disco compacto y otro de vinilo t radicional.
La ventaja de la tecnolog¨ªa digital en palabras de Juan Mart¨ªnez Sanjos¨¦, presidente de la Asociaci¨®n Europea de Audioprotesistas, es que "permite analizar y corregir el da?o producido en cada frecuencia, lo que implica la creaci¨®n de una pr¨®tesis especializada para cada paciente".
Pr¨®tesis a medida
Cuando el da?o se localiza en los o¨ªdos externo y medio cabe optar entre la pr¨®tesis o la intervenci¨®n quir¨²rgica, en ambos casos con altas garantias de soluci¨®n, dependiendo finalmente del propio paciente que se aplique uno u otro tratamiento. La cirug¨ªa abarca desde la correcci¨®n de da?os mec¨¢nicos en estas partes de o¨ªdo, por ejemplo la adherencia de las paredes, hasta el implante¨®seo u osteointegrado.
Otro de los asuntos tratado en el simposio es la necesidad de una mayor concienciaci¨®n socia hacia los problemas derivados de la sordera. "El no entender afecta a la calidad de vida, provocando aislamiento y desintegraci¨®n pero la sociedad debe saber que
la sordera es tratable, y que de su detenci¨®n precoz depende en muchos casos ¨¦l grado de curac¨ª¨®n", recalca Carlos Cenjor.
Insiste el especialista en que con las t¨¦cnicas actuales de diagn¨®stico y tratamiento los sordos totales ya no existen, habiendo soluci¨®n, en mayor o menor medida, seg¨²n cada caso, para todos los tipos de sordera; hasta el punto de que, seg¨²n sus palabras, "hoy d¨ªa Beethoven hubiera o¨ªdo seguro".
Imprescindible
En general, los especialistas consideran que, para llevar una vida normal en sociedad, el sentido del o¨ªdo resulta de mayor importancia que el de la vista, por ser casi imprescindible para la comunicaci¨®n humana.Acerca de los traumas que puede acarrear la imposibilidad de comunicarse con los dem¨¢s es reveladora la cita de la escritora estadounidense Hellen Keller, sorda y ciega, quien aseguraba que la falta de visi¨®n me separa de las cosas, mientras que la falta de audici¨®n me separa de las personas", recuerda Mart¨ªnez Sanjos¨¦, Aunque en mayor o menor grado todas las personas tienen alg¨²n tipo de d¨¦ficit auditivo, ni siquiera se plantean corregirlo hasta que no les produce molestias.
Esta circunstancia lleva a los m¨¦dicos a asegurar que existen m¨¢s personas sordas que ciegas, ya que este ¨²ltimo trastorno ¨²nicamente se cuenta como tal cuanto supone una perdida casi total de la visi¨®n, mientras que se entiende por sordera cualquier tipo de d¨¦ficit. Sin embargo, critica en nombre de los audioprotesistas Mart¨ªnez Sanjos¨¦: "La sociedad actual, que acepta ya como necesario el uso de gafas, a pesar del inconveniente est¨¦tico, no se ha concienciado a¨²n de que las pr¨®tesis auditivas son in¨¢s importantes".
Los s¨ªntomas de alerta en la infancia
La detecci¨®n a tiempo de un problema auditivo en un ni?o, que puede ser solucionado con una intervenci¨®n r¨¢pida, quir¨²rgica o prot¨¦sica, evita que el peque?o tenga m¨¢s tarde problemas serios para el aprendizaje, la cornunicaci¨®n, la participaci¨®n normal en sociedad, el rendimiento escolar, o incluso, que se convierta en sordomudo.
Un ni?o que oye correctamente adquiere el lenguaje antes de los cinco a?os, mientras se construye en su cerebro una estructura del conocimiento. A partir de esa edad, el lenguaje ya no se adquiere, sino que se aprende, lo que supone un esfuerzo semejante al de estudiar una segunda lengua.
Por todo ello, es importante que visiten cuanto antes al especialista los beb¨¦s que pertenecen a grupos de riesgo y todos aquellos que presentan s¨ªntomas claros, esto es:
- Los reci¨¦n nacidos en familias con antecedentes de sordera profunda, siendo aconsejable como prevenci¨®n en estos casos pedir consejo gen¨¦tico antes del nacimiento.
-Los ni?os que no reaccionan normalmente a los sonidos o a la llamada de sus padres, especialmente si a los tres a?os no han alcanzado un desarrollo del lenguaje adecuado.
- Los mayores de seis a?os que no tienen el concepto de est¨¦reo, es decir, que no saben localizar la procedencia de un sonido
sin mirar. En cuanto a los adultos, conviene hacerse una revision y visitar r¨¢pidamente al especialista al menor s¨ªntoma de d¨¦ficit auditivo, como puede ser o¨ªr pero no entender, necesitar cambiar el auricular del tel¨¦fono de o¨ªdo, padecer supuraciones cr¨®nicas o subir excesivamente el volumen de la televisi¨®n. Por ¨²ltimo, debe tenerse en cuenta que determinadas sorderas de componente hereditario pueden no desarrollarse hasta los 30 o 40 a?os de edad.
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