El espa?ol, arma electoral en Estados Unidos
La campa?a republicana English Only es un mensaje racista seg¨²n los dem¨®cratas
"Escucha, Jos¨¦, tu hora en este pa¨ªs se ha terminado". Esta frase, pronunciada por el republicano Pat Buchanan, es significativa de la pol¨¦mica suscitada por la creciente influencia de la cultura hispana en Estados Unidos. Buchanan y otros pol¨ªticos conservadores, como Pete Wilson, gobernador de California, han usado la ret¨®rica para para conseguir apoyos entre los norteamericanos que creen que este segmento de la poblaci¨®n es una amenaza a la cultura americana. Frente a esto, l¨ªderes hispanos como el congresista Bill Richardson, vicepresidente del Partido Dem¨®crata, afirman que esta ret¨®rica "es una estrategia para transmitir hostilidad. Quieren presentar a los hispanos como causa. de los problemas sociales".
Ed Pastor, congresista dem¨®crata de Arizona y presidente del Caucus Hispano (el grupo de 19 congresistas de origen hispano), habla incluso de "un nuevo McCarthismo", en referencia al senador McCarthy y la caza de brujas de los a?os cincuenta. "Este movimiento est¨¢ basado en el deseo de echar la culpa a alguien del ambiente de inseguridad en nuestro pa¨ªs", afirma el congresista. "La amenaza roja es ahora la amenaza hispana", precisa.La poblaci¨®n de norteamericanos hispanos se est¨¢ convirtiendo en el grupo ¨¦tnico m¨¢s importante de Estados Unidos. En 1990 hab¨ªa 23,3 millones de hispanos, lo que signific¨® un aumento del 53% con respecto a 1980. La poblaci¨®n hispana supera en n¨²mero a la poblaci¨®n negra en las 10 mayores ciudades del pa¨ªs y alcanzar¨¢ al menos los 25 millones en el a?o 2000.
El espa?ol, claramente el segundo idioma de Estados Unidos, ha sido blanco de numerosos ataques en los ¨²ltimos meses . A finales de agosto pasado, un juez de Amarillo, Texas, calific¨® como "abuso infantil" el hecho de que una madre hablase con su hija s¨®lo en espa?ol. "Si le sigue usted hablando en espa?ol a su hija, la condenar¨¢ a ser una criada", afirm¨® Samuel Kiser. Poco despu¨¦s, Bob Dole, presidente del Senado y favorito en la carrera para la candidatura republicana a la presidencia, anunci¨® su apoyo al movimiento English Only, que persigue oficializar el ingl¨¦s como ¨²nico, idioma de Estados Unidos. "Es necesario detener la educaci¨®n en un lenguaje alternativo", se?al¨® entonces Dole.
Subsidios
La campa?a English only ha sido problem¨¢tica en los tribunales, pero sigue ganando el apoyo entre muchos pol¨ªticos conservadores. La filosofia del movimiento mantiene que resulta imposible la unidad de Estados Unidos con tal cantidad de personas que no hablan ingl¨¦s, y que no es justo que los impuestos sirvan para lo que Mauro M¨²jica, un inmigrante de Chile y uno de los l¨ªderes del movimiento, llama "subsidio ling¨¹¨ªstico". Jim Boulet, el director de English First, uno de los principales grupos integrados en ese movimiento, insiste en que Estados Unidos se disgregar¨¢ sin un idioma ¨²nico. "Tenemos un pa¨ªs tan diverso, con tantas religiones y ra¨ªces distintas, que es necesario asegurar que podemos comunicarnos entre nosotros", afirma.
Los l¨ªderes hispanos se quejan de que el espa?ol se haya convertido en un s¨ªmbolo de los grandes temas que preocupan a muchos votantes -inmigraci¨®n, pobreza y p¨¦rdida de identidad en busca de culpables-. Seg¨²n ellos, cuando Newt Gingrich, el portavoz de la C¨¢mara de Representantes, se refiere al "peligro de biling¨¹ismo" que "est¨¢ amenazando" al pa¨ªs est¨¢ hablando de la gente, no del idioma. "El idioma es una v¨ªa para asustar a los extranjeros", afirma Frank del Olmo, subdirector de Los Angeles Times.
Enfrentados a lo que consideran pura demagogia antihispana, otros pol¨ªticos insisten en identificar la tolerancia hacia otras culturas, con la enorme riqueza cultural de Am¨¦rica, basada en la diversidad y en la libertad personal, "Am¨¦rica fue fundada por inmigrantes, y seguir¨¢ evolucionando gracias a las contribuciones de personas nacidas en otros lugares, que hacen de esta tierra su casa", afirma el congresista Jos¨¦ Serrano, dem¨®crata por Nueva York. "Cualquier legislaci¨®n que sirva para limitar el uso de otros idiomas adem¨¢s del ingl¨¦s supone una amenaza a los intereses americanos y a los derechos individuales".
Diversos l¨ªderes hispanos consideran "muy peligroso" el movimiento English Only. Lo ven como un caldo de cultivo para el racismo. "Las propuestas del English Only fomentan la divisi¨®n y la discriminaci¨®n contra aquellos americanos para los que el ingl¨¦s no es su primer idioma", afirma Ed Pastor. "En vez de animar a las minor¨ªas para que participen en nuestra diversidad cultural y social, las propuestas del English Only lanzan un mensaje de intolerancia".
Jim Boulet responde que lo que English Only se propone es ayudar a los inmigrantes a limar las divisiones sociales. "Hay gente que nos apoya por malas razones", admite Boulet. "Pero nuestro mensaje es la unidad entre la diversidad. El que tengamos un idioma com¨²n es un componente esencial para la naci¨®n americana".
Los ataques contra el espa?ol y lo hispano han servido para unir a los diversos grupos. "?ltimamente, la comunidad hispana se ha despertado", dice Ed Pastor. "Se dan cuenta, de que hay un ataque frontal contra los hispanos y esto les ha animado". Bill Richardson est¨¢ de acuerdo. "Ahora, cubano-americanos, mexicano-americanos y otros grupos est¨¢n trabajando juntos tras muchos a?os de divisi¨®n'', dice el congresista de Nuevo Mexico.
Richardson, cuyo abuelo materno emigr¨® de Bilbao a M¨¦xico, y luego a Estados Unidos, afirma que para los norteamericanos hispanos ha llegado un momento importante en su b¨²squeda de identidad y poder pol¨ªtico. El incremento de la participaci¨®n de los votantes hispanos en la pol¨ªtica estadounidense ha crecido en un 72,8% entre 1980 y 1992. John Bradamus, ex congresista y futuro presidente del Centro de Estudios Hisp¨¢nicos Rey Juan Carlos I en la Universidad de Nueva York, considera que este fen¨®meno "tendr¨¢ muchas repercusiones en la pol¨ªtica estadounidense".
Lejan¨ªa espa?ola
Espa?a est¨¢ perdiendo una oportunidad hist¨®rica al permanecer al margen y no saber rentabilizar este conflicto. Esta es la opini¨®n de pol¨ªticos, acad¨¦micos y empresarios americanos . que ven la creciente poblaci¨®n hispana en Estados Unidos como un mercado nuevo con un inter¨¦s natural hacia la cultura espa?ola. "A los hispanos les gustar¨ªa que Espa?a tuviera una imagen y una presencia m¨¢s fuerte en Estados Unidos," opina Bill Richardson, un congresista de Nuevo M¨¦xico.
Richardson a?ade que Espa?a debe aprovechar la situaci¨®n para mejorar sus relaciones comerciales e incrementar su peso pol¨ªtico", una opini¨®n que suscribe el embajador estadounidense en Madrid, Richard Gardner quien a?ade que los empresarios norteamericanos est¨¢n animados a reforzar sus relaciones con Espa?a.
El Instituto Cervantes, casi la ¨²nica v¨ªa de penetraci¨®n y dimisi¨®n de la cultura espa?ola en Estados Unidos, cuenta con una infraestructura tan reciente como insuficiente. La pr¨®xima apertura del centro Juan Carlos I en la universidad de Nueva York servir¨¢ para complementar las actividades del Cervantes.
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