Los republicanos votan levantar la prohibici¨®n de 19 armas de asalto
La C¨¢mara de Representantes, dominada por los republicanos, se mostr¨® ayer a favor de derogar la prohibici¨®n de 19 tipos de armas de asalto. La votaci¨®n, 239 votos contra 173, conduce a un callej¨®n sin salida: es dif¨ªcil que la medida sea aprobada en el Senado y tiene garantizado el veto del presidente Clinton, que sacar¨¢ provecho electoral a este arrebato republicano.La temperatura del debate subi¨® con la intervenci¨®n de Patrick Kennedy, representante por Long Island y sobrino del presidente asesinado: "?No puedo creer que despu¨¦s de lo ocurrido en Dunblane tengan el valor de hacer esta propuesta! ?Todos sabemos lo que hacen estas armas: lo sabemos en mi familia y en muchas otras familias de todo el pa¨ªs!". Como si hubiera alguna dificultad para comprar armas sin tener que recurrir a las 19 prohibidas, Gerald Solomon, de Nueva York, le contest¨® airado: "?Mi mujer pasa cinco d¨ªas a la semana sola y yo quiero que pueda defenderse!".
La prohibici¨®n de armas, como el AK-47, la Tec-9 y el subfusil UZI, figura en la Ley del Crimen de 1994. A pesar de que las fuerzas de seguridad aplaudieron la medida porque los fusiles semiautom¨¢ticos son utilizados por criminales, los l¨ªderes republicanos se comprometieron a derogar la prohibici¨®n cuando tuvieran mayor¨ªa. Newt Gingrich y Bob Dole renovaron el compromiso en una carta escrita en 1995 a la Asociaci¨®n Nacional del Rifle (NRA), el poderoso grupo de presi¨®n de las armas que financia las campanas de numerosos congresistas.
El futuro de la ley es incierto. Bob Dole tiene unas elecciones por delante y sabe que el 75% de los norteamericanos est¨¢ a favor de que se mantenga la prohibici¨®n de unas armas que no son defensivas ni deportivas. La opini¨®n p¨²blica no entiende que las armas preferidas por los criminales sigan en el mercado en nombre de los derechos constitucionales. Por ello, Dole podr¨ªa aplazar la votaci¨®n en el Senado. El presidente Clinton ha anunciado ya su veto. En la Casa Blanca se valora la situaci¨®n por su explotaci¨®n electoral.
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