20 a?os no es nada... y no se debe olvidar
El 24 de marzo de 1976 cruzaba huidizamente la plaza de Italia ' en la ciudad de La Plata, Argentina. En el camino tropec¨¦ con viejos amigos de infancia, a los que salud¨¦ casi mec¨¢nicamente, para sorpresa de ellos. Me dirig¨ªa, sumamente preocupado por los rumores de golpe de Estado inminente, a la Facultad de Ciencias de la Educaci¨®n de la Universidad de La Plata, donde deb¨ªa empezar en dicho mes mi ¨²ltimo curso de carrera, el quinto de Psicolog¨ªa. No nos pillaba de sorpresa la decisi¨®n de las Fuerzas Armadas argentinas de detener y postergar indefinidamente, una vez m¨¢s, el proceso democratizador iniciado nuevamente con el regreso del ex presidente Juan Domingo Per¨®n, despu¨¦s de 17 a?os de exilio. Nunca pudimos haber imaginado que esta vital ciudad universitaria bella y llena de luz, que anidaba en su interior tanta sabia, tantos sue?os como estudiantes acog¨ªa en su seno, iba a tener el m¨¢s triste r¨¦cord de la historia contempor¨¢nea argentina. El ¨ªndice m¨¢s alto de desaparecidos de todas las ciudades argentinas. Unos 6.000.Una de las m¨¢s maravillosas generaciones de j¨®venes que vivi¨® con may¨²scula y que supo decir "basta" a muchos a?os de represi¨®n y censura, de atropellos y enga?os, de dictaduras militares. Y que a pesar de contar s¨®lo, como arma poderosa, con sus ansias de libertad y justic¨ªa -sus dulces sue?os-, fue brutalmente aniquilada, con serios intentos de exterminio por las fuerzas satanizadas del todopoderoso Ej¨¦rcito argentino. La barbarie lleg¨® a l¨ªmites insospechables, en donde los m¨¢s elementales derechos que tiene todo ser humano fueron vilmente pisoteados, dando paso a la represi¨®n m¨¢s abyecta ejecutada en el continente latinoamericano.
El 24 de marzo de 1976 se puso en pr¨¢ctica el plan m¨¢s terrible de genocidio, se quiso acabar hasta con los propios sue?os... Pero no pudieron llegar tan lejos. Hoy, despu¨¦s de 20 a?os, algunos que nos encontramos fuera del pa¨ªs como consecuencia de la lucha del pasado no olvidamos, no queremos olvidar, por el bien de las democracias, de las libertades, de los pueblos del mundo.
Y para que no se repitan los horrores del pasado, est¨¢n ah¨ª, como 143 soles, los compa?eros desaparecidos de la Facultad de Ciencias de la Educaci¨®n de La Plata; esculpidos sus nombres en m¨¢rmol blanco, est¨¢n hoy presentes en los claustros donde libraron su batalla, en reconocimiento por su lucha tenaz, desinteresada, por un pa¨ªs m¨¢s justo, m¨¢s solidario...
Para no olvidar y reafirmarse en el "nunca m¨¢s" que el escritor Ernesto S¨¢bato abander¨®, echando las bases s¨®lidas para una convivencia futura, en paz, en democracia, de forma definitiva en nuestra querida patria argentina.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.