D¨¦bil recuperaci¨®n en Latinoamerica

La 37? Asamblea Anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) comienza a examinar, a partir de hoy en Buenos Aires, el balance econ¨®mico de la regi¨®n y sus expectativas para el pr¨®ximo futuro. En esta ocasi¨®n, las luces y las sombras planean sobre los 4.400 participantes -un r¨¦cord hist¨®rico- del evento. No es para menos. El crecimiento econ¨®mico de Am¨¦rica Latina cay¨® al 0,6% en el pasado a?o, frente al 5% obtenido en 1994. Los responsables de este poco satisfactorio resultado han sido M¨¦xico y Argentina -con bajas del 7% y 2,5%-, aunque otros pa¨ªses, como Per¨² y Chile conquistaron tasas del 7,6% y del 7%. Por su parte, el BID ha podido aumentar hasta 7.300 millones de d¨®lares su volumen de pr¨¦stamos, la cifra m¨¢s alta de su historia. "M¨¦xico y luego Argentina han atravesado momentos dif¨ªciles, tras la devaluaci¨®n de la moneda azteca en diciembre de 1994", afirma Enrique Iglesias, presidente del BID, "pero lo peor parece haber pasado. La regi¨®n ha demostrado que es capaz de resistir una crisis y que su fortaleza econ¨®mica es hoy muy superior a la de etapas anteriores".

Mientras, la fuerte recesi¨®n sufrida por la econom¨ªa mexicana ha obligado al BID a otorgar a ese pa¨ªs 1.000 millones de d¨®lares en 1995. Argentina, por su parte, ha, recibido otros 750 millones. El objetivo del banco ha sido ayudar a que estas dos naciones puedan fortalecer sus instituciones y sistemas financieros. Ambas, adem¨¢s, recibieron otros 1.500 millones de d¨®lares cada una en pr¨¦stamos del banco, as¨ª como otros 500 millones para servicios sociales en M¨¦xico y otros 450 millones para reformas sociales en Argentina.

"La experiencia ha demostrado que se puede superar la crisis", subraya Iglesias, quien pone como ejemplo a Chile, un pa¨ªs que ha pasado de soportar una tasa de desempleo del 27% en los a?os ochenta al 5% actual, incluso teniendo en cuenta que la mano de obra ha crecido del 38% al 44%, debido a la entrada de mujeres y j¨®venes en el mercado de trabajo. Pero, eso s¨ª, a escala regional la soluci¨®n para Iglesias pasa por flexibilizar el mercado laboral mediante incentivos, nuevos sistemas de seguridad social y un nuevo impulso en el terreno de la formaci¨®n.

Seg¨²n el presidente del BID, uno de los aspectos a destacar en su discurso de apertura de la asamblea ser¨¢ que "la crisis de 1995 ha sido una prueba de la voluntad de los l¨ªderes de la regi¨®n, que afrontaron el reto y lo superaron con mucha dignidad. Han demostrado la capacidad de reacci¨®n de Am¨¦rica Latina".

Y es que al comenzar 1995, la econom¨ªa latinoamericana reflej¨® negativamente los efectos de la devaluci¨®n del peso mexicano. Sin embargo, a lo largo del a?o la situaci¨®n fue mejorando en la regi¨®n. Si se except¨²a a M¨¦xico y Argentina, la econom¨ªa de Am¨¦rica Latina creci¨® un 4,2%, un poco menos que el 4,9% registrado el a?o anterior. Bajada de la inflaci¨®n

Las luces y sombras latinoamericanas no terminan aqu¨ª. Si, por una parte, las exportaciones crecieron un 7,5%, el consumo real de la regi¨®n disminuy¨® del 80% al 78% del producto interior bruto (PIB). Por otra parte, la inflaci¨®n mediase situaba en el 10, 5% -su nivel m¨¢s bajo desde 1978 y dos puntos por debajo de 1994-, pero la llegada de nuevos capitales extranjeros se reduc¨ªa a 30.000 millones de d¨®lares, frente a los 44.000 millones recibidos en 1994.

Paro y deuda externa tampoco registraron una evoluci¨®n positiva. La deuda externa aument¨® en casi 56.000 millones de d¨®lares, al alcanzar la cifra de 587.606 millones, mientras que el desempleo sub¨ªa del 6,4% en 1994 al 7,4% en 1995. "Aunque es preocupante, no creo que el paro y otros problemas sociales se agraven, ya que los pa¨ªses de la regi¨®n est¨¢n dispuestos a dedicar mayores recursos de sus presupuestos a estos aspectos", afirma Iglesias."Lo que m¨¢s me preocupa", recalca el presidente del BID, "es la falta de recursos del banco, algo que va a sentirse m¨¢s claramente dentro de dos o tres a?os. "Los pa¨ªses m¨¢s pobres de la regi¨®n necesitan 750 millones de d¨®lares anuales en pr¨¦stamos concesionales -se otorgan a plazos de hasta 40 a?os a bajos tipos de inter¨¦s-", prosigue Iglesias, "y habr¨¢ que discutir con los miembros del banco, porque ¨¦ste ha obtenido unos beneficios de 500 millones de d¨®lares y habr¨ªa que valorar si, a trav¨¦s de la solidaridad de los pa¨ªses grandes y medianos, se pudiera dedicar una parte de esa cantidad a los m¨¢s pobres". Los 19 pa¨ªses pobres y medianos, el 20% de la regi¨®n, reciben ahora el 35% de los pr¨¦stamos del BID y pr¨®ximamente se va a introducir un nuevo programa para mejorar su capacidad de gesti¨®n y hacer as¨ª posible la concesi¨®n de nuevos pr¨¦stamos.

Junto a esta prioridad, Iglesias considera que ser¨¢ necesario estudiar c¨®mo mejorar la capacidad de los distintos pa¨ªses para absorber los fondos que reciben, as¨ª como volver a examinar todos los aspectos sociales de la regi¨®n y c¨®mo se canalizan los fondos al sector privado. "El sector privado absorbe el 5% de la actividad del BID", comenta Iglesias, "y el banco debe determinar qu¨¦ proyectos estar¨ªan mejor adaptados al sector p¨²blico o al privado".

Iglesias compara las acciones del BID con las del Banco Mundial y, aunque insiste en las sinergias de las dos instituciones, ya que el Banco Mundial cuenta con una larga experiencia en todo el mundo, "el BID es mucho m¨¢s fuerte en los pa¨ªses medianos y peque?os. Adem¨¢s, el BID tiene el liderazgo en las reformas en Am¨¦rica Latina, especialmente en lo que se refiere a la Seguridad Social, jur¨ªdicas o pol¨ªticas, aspectos que no toca el Banco Mundial". Recuerda que "el BID no es miembro del sistema de Breton Woods" -que agrupa al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional- "lo que le permite una mayor flexibilidad en sus actuaciones, como ocurri¨® con M¨¦xico y el llamado efecto tequila". Respecto a la petici¨®n de ingreso en el BID expresada por Rusia, China, Corea o Taiwan, Iglesias dice que la instituci¨®n a¨²n no ha tomado una decisi¨®n.