Espa?a tuvo cerradas las fronteras durante 30 a?os por la peste porcina
Hoy Espa?a es un pa¨ªs totalmente libre de peste porcina y los productos del cerdo se hallan en todos los mercados del mundo. Pero no han sido as¨ª las cosas en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. Durante los ¨²ltimos 10 a?os, la Administraci¨®n espa?ola, en parte con subvenciones comunitarias, destin¨® m¨¢s de 10.000 millones de pesetas para combatir la peste porcina. Desde la declaraci¨®n de esta enfermedad en Espa?a, al inicio de los a?os sesenta, oficialmente se sacrificaron m¨¢s 3,5 millones de cerdos, aunque la cifra de animales destruidos habr¨ªa sido muy superior. Los da?os por eliminaci¨®n de animales, y sobre todo por p¨¦rdida de mercados y bloqueo al desarrollo de la caba?a ganadera, seg¨²n fuentes oficiales, son incalculables.Los cierres de fronteras en el sector ganadero dentro de la Uni¨®n Europea no han sido infrecuentes, y de hecho es una situaci¨®n que se ha producido coyunturalmente en los ¨²ltimos a?os, especialmente en el sector del porcino, consecuencia de focos o infecciones concretas en diferentes pa¨ªses. Sin embargo, el caso m¨¢s grave para un sector en la UE fue el cierre de fronteras que durante 30 a?os han soportado los ganaderos de porcino espa?oles, hasta 1989, como consecuencia de la peste porcina, aunque en la actualidad ya est¨¦ totalmente erradicada.La peste porcina fue detectada en Espa?a en 1960, a donde lleg¨® procedente de Portugal. Desde aquel momento, los ganaderos espa?oles soportaron un cierre dr¨¢stico de fronteras para la exportaci¨®n tanto de animales vivos como de carnes y productos derivados del Cerdo. En el momento del ingreso de Espa?a en la Uni¨®n Europea, en 1986, la peste porcina fue uno de los principales obst¨¢culos para la integraci¨®n del sector. Los planes para. erradicar la enfermedad no hab¨ªan funcionado. El acuerdo de adhesi¨®n supuso la posibilidad de que entrasen en Espa?a animales y carnes de porcino del resto de los Estados miembros mientras no era posible la exportaci¨®n.Control exhaustivoEsta situaci¨®n de clara discriminaci¨®n para el sector productor nacional dio lugar a la puesta en marcha en 1986 de un plan intensivo para vencer la peste porcina que supuso durante tres a?os un gasto de unos 4.000 millones de pesetas, parte de' los cuales han sido reembolsados por la Uni¨®n Europea.
Este plan supuso iniciar en 1986 un control exhaustivo sobre m¨¢s de 150.000 explotaciones. De unos controles serol¨®gicos, an¨¢lisis de sangre de (15.000 animales, se pas¨® a analizar anualmente dos millones (te cabezas. Para erradicar la enfermedad se desarrollaron sistemas de control como registro de explotaciones, mejora de estructuras y, sobre todo, se aumentaron las compensaciones por sacrificio. De esta forma, de ocultar la enfermedad y provocar una multiplicaci¨®n de focos se pas¨® a la declaraci¨®n autom¨¢tica de la peste en cada explotaci¨®n.
Este plan supuso bajar el n¨²mero de focos en tres a?os de m¨¢s de 1.000 anuales a menos de 500.
A la vista del avance en el control de la enfermedad, la Uni¨®n Europea declaraba a Espa?a en diciembre de 1988 como pa¨ªs libre de peste porcina, aunque se fijaba una zona afectada que iba de Salamanca a Cad¨ªz. Esta franja se ha ido reduciendo hasta hace unos meses, cuando la UE declar¨® a Espa?a totalmente libre de peste porcina al no existir ning¨²n foco.
Desde 1989, frente a la situaci¨®n del pasado, el sector inici¨® una ofensiva para tirar fronteras y entrar en los mercados en pa¨ªses comunitarios y tambi¨¦n en todo el mundo. Se abrieron los mercados para el jam¨®n cocido, y hoy el jam¨®n serrano y los productos cura(los derivados ya tienen licencia para venderse en Estados Unidos. En el marco comunitario, de una situaci¨®n tan dif¨ªcil se pas¨® a exportar el a?o pasado 130.000 toneladas de carne, frente a 102.000 toneladas importadas.
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