Va scos, s¨ª; ETA, no

LA DETENCI?N por parte de la Ertzaintza, de Valentin Lasarte, uno de los etarras m¨¢s buscados por su presunta participaci¨®n en algunos de los cr¨ªmenes de mayor vileza de los ¨²ltimos tiempos, es una gran noticia por varios motivos. Primero de todo, porque tendr¨¢ que responder ante la justicia de sus actos. La polic¨ªa le acusa de haber participado en los asesinatos de Alfonso Morcillo, sargento de la Polic¨ªa Municipal de San Sebasti¨¢n; de Enrique Nieto, jefe de la Polic¨ªa Municipal de Guip¨²zcoa; del abogado socialista Fernando M¨²gica y del dirigente del Partido Popular Gregorio Ord¨®?ez. La verdad es que, contra la idea que pretenden acreditar los propagandistas de ETA, la mayor¨ªa de sus activistas acaban siendo detenidos y puestos a disposici¨®n de la justicia.Tambi¨¦n es motivo de tranquilidad que la detenci¨®n haya sido obra de la polic¨ªa auton¨®mica vasca, en una operaci¨®n realizada con limpieza y profesionalidad. Lasarte hab¨ªa conseguido por dos veces escapar al cerco de la Ertzaintza, el ¨²ltimo verano, tras el atentado de Arnedo, en La Rioja, y despu¨¦s de asesinar a Fernando M¨²gica, y ello hab¨ªa sembrado algunas dudas sobre la capacitaci¨®n de ese cuerpo policial en la lucha antiterrorista. Tambi¨¦n es un dato satisfactorio el hecho de que la detenci¨®n haya sido consecuencia de la cooperaci¨®n ciudadana: alguien reconoci¨® al terrorista Lasarte, cuya imagen hab¨ªa sido difundida en millares de carteles, y alert¨® a la polic¨ªa vasca. Ello ridiculiza a quienes, a ra¨ªz de la difusi¨®n de tales carteles y de las costumbres caracter¨ªsticas de los terroristas en clandestinidad, acusaron al Ministerio del Interior de criminalizar a miles de j¨®venes. El argumento era que muchas personas inocentes llevaban el tipo de vida que se describ¨ªa como propio de los etarras, pasando por alto el detalle de que no todas ellas se parec¨ªan a los buscados, cuyas fotograf¨ªas se difund¨ªan.

Que entre los h¨¢bitos de Valent¨ªn Lasarte figurase dejarse ver en un supermercado pr¨®ximo a su ciudad natal, donde miles de donostiarras hacen sus compras, podr¨ªa revelar una osad¨ªa sin l¨ªmites o cierta fantas¨ªa de impunidad. Los gritos que profiri¨® en el momento de ser detenido, proclamando su nombre, podr¨ªan reforzar esa segunda impresi¨®n: tal vez ten¨ªa la esperanza de que los ciudadanos intervinieran para evitar su captura al saber de qui¨¦n se trataba, el asesino de varios ciudadanos guipuzcoanos. Pero tambi¨¦n podr¨ªa ser, simplemente, su forma de entregarse. "Soy Valent¨ªn Lasarte" podr¨ªa significar s¨®lo esto: no me mat¨¦is. Aunque los propagandistas de ETA sigan afirmando que no hay diferencias de fondo entre la dictadura franquista y el r¨¦gimen actual, a la hora de su detenci¨®n los activistas saben muy bien cu¨¢l es la diferencia.

El acto acad¨¦mico celebrado el mismo lunes en el campus universitario de Bilbao vino a recordar tambi¨¦n cu¨¢l es la diferencia. Los profesores de diversas universidades y alumnos de la del Pa¨ªs Vasco lanzaron un alegato en defensa de la libertad y contra sus enemigos: los nuevos fascistas, que se hicieron presentes tratando de boicotear el acto a pedradas y combatir los argumentos arrasando el comedor universitario. Pocas veces la miseria moral de esos energ¨²menos se represent¨® de manera tan di¨¢fana. El acto c¨ªvico de resistencia contra los asesinos de Tom¨¢s y Valiente y sus c¨®mplices se inscribe en una creciente movilizaci¨®n de los m¨¢s diversos sectores sociales de Euskadi y refleja la toma de conciencia de que la neutralidad no s¨®lo es indecente, sino que es ya imposible.