El discreto encanto de la profesionalidad

Los secretos del cante jondo

Cante: Juan Pe?a, El Lebrijano. Toque: Enrique de Melchor. Centro Cultural de la Villa, 26 de marzo.

Vuelta a Madrid de El Lebrijano, despu¨¦s de unos a?os en que apenas se le escuch¨® por aqu¨ª. Cantaor de gran personalidad y con unos conocimientos poco comunes del cante, se le pide quiz¨¢ m¨¢s que a otros y cuando no lo da decepciona.Algo as¨ª ocurri¨® en esta ocasi¨®n. Juan Pe?a, acompa?ado por la guitarra de Enrique de Melchor, dio un recital excesivamente breve, pues no lleg¨® a la hora de actuaci¨®n. La diversidad de estilos fue, por tanto, limitada, aunque por buler¨ªas insisti¨® varias veces y pudo as¨ª explayarse en un palo que ¨¦l domina con autoridad. Lo m¨¢s importante lo hizo en las siguiriyas, g¨¦nero siempre de una dificultad extraordinaria de ejecuci¨®n, que El Lebrijano super¨® con acierto.

Ciertamente, no asistimos a una noche brillante de Juan Pe?a, El Lebrijano, aunque ¨¦l la salv¨® en lo posible con profesionalidad y los destellos de su indudable saber cantaor. Es flamenco sobrado de recursos para, en un momento determinado, salvar la cara con solvencia y ganarse el aplauso del p¨²blico, como ocurri¨® esta noche.

Enrique Pantoja y dos palmeros m¨¢s le arroparon en los temas r¨ªtmicos, que fueron mayor¨ªa, y Enrique de Melchor le acompa?¨® con un toque sobrio y efectivo.