El fisco de Chirac
EL PRESIDENTE franc¨¦s, Jacques Chirac, y su primer ministro, Alain Jupp¨¦, no se exceden en lealtades a sus promesas de la campa?a electoral de la primavera de 1996. La realidad es terca y obliga a los l¨ªderes del centro derecha franc¨¦s a renunciar una y otra vez a aquel ingenioso lema de Chirac de "hacer posible lo necesario". Predicaba ¨¦ste en la campa?a "otra pol¨ªtica", basada en la disminuci¨®n de la presi¨®n fiscal para que la mayor liquidez en poder de los particulares y las empresas permitiera reactivar el consumo y la inversi¨®n, y con ello, el crecimiento y el empleo. Por supuesto, aseguraba, ello no supondr¨ªa recortes en las prestaciones sociales, puesto que el erario p¨²blico compensar¨ªa el descenso de los tipos impositivos con el incremento de la recaudaci¨®n global provocada por el mayor crecimiento econ¨®mico.Pues bien, las cuentas no salen. Desde su conversi¨®n definitiva a la ortodoxia de Maastricht en octubre pasado, Chirac y Jupp¨¦ no hacen sino intentar reducir el gasto social e incrementar la presi¨®n fiscal. El eje central de la pol¨ªtica econ¨®mica del Ejecutivo franc¨¦s es el saneamiento de las cuentas del Estado para ajustarlas a los criterios de convergencia de Maastricht.
En 1995, el d¨¦ficit franc¨¦s pas¨® del 5,8% al 5% del PIB, pero, como se?alan los especialistas, fue debido esencialmente al incremento de la presi¨®n fiscal, en particular la que afecta a las clases medias. El objetivo de situar el d¨¦ficit por debajo del 3% del PIB en 1997 s¨®lo parece posible con nuevas subidas de impuestos para un sector de los contribuyentes que lleva mucho tiempo protestando porque empieza a tener apuros para pagar sus gastos corrientes de vivienda, alimentaci¨®n, educaci¨®n y ocio.
El vigoroso y continuo crecimiento econ¨®mico con el que so?aban Chirac y Jupp¨¦ para poder aflojar la presi¨®n fiscal no asoma en el horizonte. Peor todav¨ªa el Gobierno franc¨¦s tuvo que revisar dr¨¢sticamente el pasado martes sus previsiones de crecimiento para 1996, pasando del 2,8% del PIB estimado en los Presupuestos del Estado al 1,3%. Jean Arthuis, ministro de Finanzas, a?adi¨® a esta mala noticia el anuncio de que, a fin de evitar que este raqu¨ªtico crecimiento detenga la lucha contra el d¨¦ficit, el Gobierno se ver¨¢ obligado a subir su previsi¨®n recaudatoria desde el 44,1 % de la riqueza generada durante 1996 al 45%.
En enero, Alain Jupp¨¦ anunci¨® solemnemente que el periodo de subidas de impuestos hab¨ªa quedado "definitivamente atr¨¢s". No contaba Jupp¨¦ con la probabilidad de que el crecimiento franc¨¦s se desacelerara, hasta situarse en cero, en el ¨²ltimo trimestre de 1995 y primero de 1996. De hecho, el 1,3% anunciado por su ministro de Finanzas s¨®lo ser¨¢ posible con un retorno serio del crecimiento en el segundo semestre de 1996.
Con el consumo y la inversi¨®n estancados, la nueva punci¨®n fiscal adelantada por Arthuis no parece una medida muy estimulante. Chirac y Jupp¨¦ se encuentran, pues, en la situaci¨®n que le reprochaban a su correligionario y anterior primer ministro, Edouard Balladur; una situaci¨®n que, por lo dem¨¢s, es la que deben afrontar otros responsables pol¨ªticos europeos ante el reto de Maastricht.
A falta de un crecimiento importante, las ¨²nicas maneras de reducir el d¨¦ficit son subir los impuestos, bajar el gasto o ambas cosas a la vez. Terriblemente impopular todo ello, flagrante violaci¨®n de los compromisos electorales de la derecha francesa sin duda y, sin embargo, todo ello inevitable.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.