Si Ra¨²l no lo remedia
Cuando el f¨²tbol se deja conducir por lo circunstancial, la divisoria entre el ¨¦xito y el fracaso es muy d¨¦bil. El duelo madrile?o reproduce exactamente el estado de dos clubes sometidos a la descacharrante dictadura de lo cotidiano. Sin un modelo estable, el Madrid ha desperdiciado el t¨ªtulo del pagado a?o y contin¨²a abocado a una imparable ca¨ªda institucional y deportiva, un club que no se detiene en su prolongada cr¨®nica de sucesos. Desprovisto de perspectiva, el Atl¨¦tico ha sido un nido de confusi¨®n y aturdimiento. Ahora se encuentra en la misma situaci¨®n que el Madrid la pasada temporada y tiene la posibilidad de aprender sobre sus errores pasados y los defectos de su vecino. Pero el aprendizaje es improbable. Una temporada triunfal dif¨ªcilmente modifica las tendencias de gente como Gil.El m¨¦rito del Atl¨¦tico ahora es el mismo del Real Madrid la temporada. anterior. Dos equipos que se sobreponen con obstinaci¨®n y entusiasmo al proceso destructivo de sus clubes. La principal cualidad de Antic ha sido aislar y vacunar a sus jugadores del ambiente tremendista que les ha martirizado durante los ¨²ltimos a?os. Sin esa primera condici¨®n, cualquier otro objetivo -el juego, las victorias y la inminencia de los t¨ªtulos- hubiera sido imposible. Algo de eso consigui¨® Valdano en medio de la turbulenta campa?a electoral del Madrid y de la mediocridad reinante en el club. A partir de la creaci¨®n de una c¨¢mara acorazada alrededor del equipo, el Madrid pudo quebrar su desastrosa trayectoria y conquistar el campeonato. No le sirvi¨® de mucho: cuando un club est¨¢ oxidado, el ¨¦xito es una cuesti¨®n milagrosa.
Veremos c¨®mo responde el Atl¨¦tico a la gloria. que se le avecina. Esta noche llega al duelo del Madrid con el viento de popa y la certeza de su victoria. Pocas veces se ha presentado un cl¨¢sico tan desigual, porque nunca el Madrid ha llegado tan descompuesto y entregado. El proceso de fagocitaci¨®n del club se ha trasladado al equipo, que reproduce un peque?o manicomio de intrigas. y desafectos. S¨®lo la carga motivante del duelo vecinal puede revitalizar el ¨¢nimo de los jugadores. Eso y Ra¨²l, que parece inmune a todas las cat¨¢strofes.
Pero el equipaje madridista es peque?¨ªsimo. Al Atl¨¦tico probablemente no le har¨¢ falta un exceso de juego para superar al Madrid. Puede derrumbarle a golpe de vitalidad, por el simple efecto de la adrenalina que sobra en el Atl¨¦tico y falta en la otra acera. Y si las previsiones se cumplen, el efecto del partido ser¨¢ doble: el Atl¨¦tico proclamar¨¢ su condici¨®n de campe¨®n in pectore y el Madrid continuar¨¢ su desbocado proceso desintegrador. Si Ra¨²l no lo remedia.
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