Empleo y despidos
LA PATRONAL catalana, Fomento del Trabajo Nacional, y los sindicatos CC OO y UGT han llegado en Catalu?a a un principio de acuerdo que constituye un buen ejemplo de concertaci¨®n social y encarrila la discusi¨®n sobre las reformas que, ineludiblemente, han de afrontarse en el mercado laboral. El pacto, denominado Acuerdo Interprofesional de Catalu?a (AIC), est¨¢ todav¨ªa pendiente de la firma oficial en espera de que se limen ciertas asperezas en el seno de la organizaci¨®n empresarial.Pero, a la vista de su contenido, ya puede afirmarse que abre perspectivas de convergencia entre las m¨¢s tradicionales aspiraciones patronales -especialmente una reducci¨®n de los costes del despido hasta la media europea- y las reivindicaciones sindicales para reducir la precariedad en el empleo. Al tiempo, ahonda en una de las posibilidades que la ¨²ltima reforma laboral da a los agentes sociales y que ha sido muy poco utilizada, la mayor autonom¨ªa que otorga a las partes para organizar el trabajo.
El principio de acuerdo introduce como novedad m¨¢s importante la creaci¨®n de comisiones paritarias -patronal-sindicatos- para que estudien c¨®mo aplicar las causas del despido objetivo, que establece por ley una indemnizaci¨®n de 20 d¨ªas por a?o, muy por debajo de los 45 d¨ªas que se establecen para los despidos improcedentes. La reforma laboral abri¨® considerablemente, al menos en teor¨ªa, el abanico de este tipo de despido al permitir que las empresas pudieran aplicarlo por causas econ¨®micas, tecnol¨®gicas, de producci¨®n y organizativas. Esas razones cubren pr¨¢cticamente cualquier eventualidad. en la empresa, pero, por ser tan gen¨¦ricas, son frecuentemente rechazadas por los tribunales, que terminan concediendo a los trabajadores despedidos las indemnizaciones m¨¢s altas.
La comisi¨®n propondr¨¢ en tres meses f¨®rmulas que permitan clarificar ese despido con el fin de integrarlas en la negociaci¨®n colectiva. Es decir, se trata - de establecer conjuntamente las reglas de juego del cese de la relaci¨®n laboral, permitiendo que sean las partes interesadas quienes las establezcan de acuerdo a la ley para evitar al tiempo el excesivo recurso a los tribunales, ahorr¨¢ndose con ello un procedimiento largo, costoso e incierto. Como no puede :ser de otra forma, el principio de acuerdo mantiene la posibilidad de Seguir acudiendo a la jurisdicci¨®n laboral. No se trata, pues, ?le un nuevo despido m¨¢s barato, sino de clarificar la norma ya existente mediante consenso y en el marco de la negociaci¨®n colectiva.
Los sindicatos vinculan este pacto en los convenios con compromisos para reducir la temporalidad contractual y puede ser efectivamente tina v¨ªa para crear m¨¢s empleo fijo. La reforma laboral abri¨® el abanico de la contrataci¨®n hasta convertir a Espa?a en el pa¨ªs europeo m¨¢s flexible en ese terreno. Hay versiones distintas sobre si la reforma ha propiciado o no la mayor creaci¨®n de empleo registrada durante los ¨²ltimos meses, pero todos los agentes sociales est¨¢n de acuerdo en que la temporalidad, que alcanza a m¨¢s de la tercera parte de los contratos, es uno de los principales problemas del mercado de trabajo en Espa?a. Por varias razones: no permite aprovechar convenientemente la capacidad de la generaci¨®n de j¨®venes m¨¢s preparada que ha habido nunca en Espa?a; impide crear en el seno de las empresas una cultura interna y de formaci¨®n, y contribuye escasamente a los ingresos de la Seguridad Social.
El acuerdo, pues, no tiene nada que ver ni con el contrato estable que predica la Generalitat (contratos con indemnizaciones por despido pactadas de antemano), y que rechazan categ¨®ricamente los sindicatos, ni con la imposici¨®n de una nueva reforma laboral. Trata de aprovechar de la mejor forma las posibilidades de la negociaci¨®n colectiva y, sobre todo, apuesta por la v¨ªa del di¨¢logo como primer paso para recorrer un camino que se presenta dificultoso y en el que cada parte tendr¨¢ que demostrar su responsabilidad.
Si el mercado laboral no funciona, habr¨¢ que revisarlo en su conjunto -entrada, estancia y salida del puesto de trabajo- y siempre ser¨¢ mejor la v¨ªa del consenso que la de la imposici¨®n para corregir sus desarreglos. En este sentido, el AIC supone un t¨ªmido pero v¨¢lido esfuerzo de concertaci¨®n, cuyo principal m¨¦rito quiz¨¢s sea la demostraci¨®n de la necesidad de sentarse a negociar un pacto laboral.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.