Un acto b¨¢rbaro

EL ATENTADO del que fue objeto el pasado mi¨¦rcoles la primera empresa comercializadora de frutos secos de Espa?a, Borges, SA, no s¨®lo es grave por los cuantiosos da?os causados y por el peligro que supuso para las personas. Lo es tambi¨¦n porque todo indica que en el conflicto de los agricultores de Catalu?a dedicados a la producci¨®n de la avellana hay quienes -desde dentro o fuera del sector- han dado un salto cualitativo de la protesta al crimen. La empresa v¨ªctima del atentado importa de Turqu¨ªa una buena parte de las avellanas que comercializa.Los da?os inmediatos alcanzan los 5.000 millones de pesetas, cifra en que est¨¢ valorada la factor¨ªa de Reus, totalmente calcinada tras el incendio. Pero todav¨ªa pueden ser mayores los perjuicios que pueden producirse en el futuro si la compa?¨ªa se ve abocada a desaparecer temporalmente de los mercados internacionales donde compite ferozmente con grandes multinacionales. El incendio pone en peligro los 600 empleos de la empresa y es el peor favor que puede hacerse a los cultivadores de la avellana.

El atentado, reivindicado por una autodenominada Uni¨® Revolucionaria Pagesa, un grupo cuyo ¨²nico antecedente conocido es un atentado similar, pero sin da?os, en la misma f¨¢brica hace cinco a?os, ha causado m¨¢s estupor que otra cosa. La Uni¨® de Pagesos, el sindicato m¨¢s representativo de los agricultores catalanes, y que ha dirigido las protestas, conden¨® inmediatamente los hechos.

El problema de la avellana afecta a 5.000 agricultores en Catalu?a y a 20.000 en toda Espa?a. Tiene su origen en el hundimiento de los precios a consecuencia de las fuertes importaciones de este producto de Turqu¨ªa, primer productor mundial de avellana. Estas importaciones crecieron hasta alcanzar las 160.000 toneladas en el ¨¢mbito europeo desde que Turqu¨ªa logr¨® un trato preferencial con la Uni¨®n Europea. El resultado es que los precios han ca¨ªdo hasta las 225 pesetas cuando los costes de producci¨®n en Espa?a superan las 500 pesetas.

No es sensato buscar la soluci¨®n a la crisis del sector en acuerdos con limitaciones al libre comercio. Los agricultores han recibido entre 1993 y 1995 unos 3.400 millones de pesetas en ayudas para mejorar sus estructuras. Es una cantidad importante, que ha representado entre el 20% y el 40% del valor de la producci¨®n seg¨²n los a?os, pero los payeses la consideran insuficiente y reclaman ayudas directas, tales como precios garantizados. Las administraciones implicadas -europea, central y auton¨®mica- deber¨ªan encontrar una soluci¨®n para estos trabajadores que atendiera especialmente a sus circunstancias personales, ya que la mayor¨ªa de ellos superan los 50 a?os de edad. Pero si ¨¦sta no pasa por las barreras comerciales, desde luego, tampoco por el sabotaje terrorista.