Nacida con estrella

Y la ni?a form¨® el alboroto en su primera cita importante en Madrid. Muchedumbre en la puerta aspirando en vano a entrar en el local, enjambre de c¨¢maras de televisi¨®n revoloteando entre un p¨²blico entregado de principio a la joven cantaora que presentaba su primer disco, Entre dos puertos, en el que ha estado rodeada de un gran plantel de letristas y guitarristas flamencos.Ni?a Pastori comenz¨® su recital por canti?as con la guitarra del que. viene siendo su primer tocaor actual, Manuel de Mar¨ªa, y ya consigui¨® arrancar los primeros aplausos y gritos. ?stos redoblaron en el segundo palo de buler¨ªas por sole¨¢, al que se sum¨® inesperadamente el autor de su m¨²sica, Rafael Riqueni, quien tom¨® h¨¢bilmente las riendas del resto del recital, logrando sacarse la espina de su pasada actuaci¨®n en el teatro Alb¨¦niz

Despu¨¦s siguieron los temas m¨¢s significativos de la grabaci¨®n, T¨² me camelas, El portugu¨¦s, Ese gitano, Anoche me diste un beso, coreados por un gran sector de la audiencia convertida en parte del espect¨¢culo gracias a la estrella de San Fernando. Rosa Mar¨ªa derroch¨® simpat¨ªa, dominio y lo que era fundamental, cant¨® muy bien, y por momentos pa rabiar, como se dice en la jerga del g¨¦nero.

A pesar de la melod¨ªa ciertamente pegadiza de los cantes y de algunos de sus textos carentes de sustancia flamenca, Ni?a Pastori, con su perfecta afinaci¨®n, dej¨® o¨ªr su eco modernamente rancio, y supo sacar voz a partir de tonos en los que la mayor¨ªa de los int¨¦rpretes se agotan. Los tres bises finales en comunicaci¨®n plena con la sala, acabaron por demostrar que la ni?a ha sido tocada pr¨®digamente por el dedo corto de la fortuna.