EL QUiR?FANO
Goles s¨ªn f¨²tbolActitud. Exist¨ªa curiosidad por conocer la actitud del Madrid en el Manzanares. Tras tanto desastre y tanto desconcierto se esperaba lo peor. Pareci¨® salir con cierta osad¨ªa, soltando a los laterales por las bandas, apoder¨¢ndose del centro y provocando alg¨²n encuentro feliz entre Laudrup y, Ra¨²l. Pero dur¨® poco. Hab¨ªa ¨¢nimo para 10 minutos. Luego perdi¨® confianza, recul¨® y se entreg¨® al Atl¨¦tico. Si gan¨® fue, porque a veces el f¨²tbol y los goles no tienen nada que ver.La banda derecha. El Atl¨¦tico insisti¨® mucho por la banda derecha en la primera parte. Hizo bien. Entre Pantic, Gel? y Caminero rodearon a Soler, que recib¨ªa escasos auxilios. De esa banda el Atl¨¦tico extrajo centros, c¨®rners y faltas en abundante n¨²mero. En la segunda mitad Soler recibi¨® m¨¢s apoyos, entre ellos el de Ra¨²l y el Atl¨¦tico no lo tuvo tan f¨¢cil.M¨¢s banda derecha. En la segunda mitad, el Madrid envi¨® a Laudrup a la banda derecha. Y en la misma zona en la que el Atl¨¦tico provoc¨® mucho y no obtuvo nada, Laudrup caz¨® un gol casi a las primeras de cambio, favorecido por la fiebre atacante de Toni. Un acierto colocarle ah¨ª. Los riesgos. Con el terreno cedido por el Madrid, el Atl¨¦tico se ech¨® arriba con entusiasmo. Solt¨® a sus dos laterales al tiempo y acept¨® el desafio de aguantar los posibles contraataques del 'Madrid. Perdi¨®, pero muri¨® en su ley.Siempre Pantic. En la banda derecha, en el centro, en la izquierda. Con 11 y con 10. Contra 11 y contra 10. Pantic fue siempre el hombre del partido, buscando, sirviendo y auxiliando a sus compa?eros. Sus centros a bal¨®n parado no llegaron a dar fruto, pero tuvieron la precisi¨®n de siempre.
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