Educaci¨®n evaluada

EL DILATADO periodo de responsablidad socialista en la direcci¨®n de la administraci¨®n educativa del Estado ha concluido con la evaluaci¨®n del funcionamiento y calidad de la ense?anza en la escuela primairia, realizada durante vanos meses de 1995 por el Instituto Nacional de Calidad y Evaluaci¨®n (INCE). Por encima de la importancia de los resultados que se han dado a conocer, conviene subrayar el hecho mismo de la evaluaci¨®n, porque se trata de la primera de estas caracter¨ªsticas que se realiza en Espa?a.Los resultados son elocuentes. Destaca singularmante la importancia del entorno socio-cultural familiar del alumno, al que la encuesta atribuye el 50% de su rendimiento, siendo irrelevante si el centro donde estudia es p¨²blico o privado. Pero a este aspecto, fundamental pero externo al sistema educativo, se a?aden otros que afectan a ¨¦ste de, modo directo y de los que deber¨¢n tomar buena nota los nuevos administradores educativos. La leyenda negra de los escolares espa?oles en la atravesada asignatura de las matem¨¢ticas, resulta m¨¢s que confirmada en los resultados de la evaluaci¨®n. El escolar medio de sexto curso de la antigua EGB (la evaluaci¨®n se realiz¨® el a?o pasado, cuando a¨²n no hab¨ªa entrado en vigor el curso correspondiente de la nueva educaci¨®n primaria de la LOGSE) alcanza un aprobado raspado en matem¨¢ticas (acierta el 50, 1% de las cuestiones planteadas), mientras que en las restantes disciplinas de estudio (lengua, ciencias naturales y sociales) el porcentaje de aciertos es muy superior.

El d¨¦ficit en matem¨¢ticas no es exclusivo, ciertamente, de los escolares espa?oles. Pero eso no quita para que los responsables del. sistema educativo indaguen sobre los motivos de esa actitud negativa y traten de mejorar la ense?anza de esa materia fundamental y, consecuentemente, su aprendizaje. La evaluaci¨®n tambi¨¦n revela datos interesantes respecto de los docentes. Los maestros de la escuela primaria, junto a un razonable y hasta alto grado de satisfacci¨®n. con una buena parte de sus condiciones de trabajo, manifiestan un preocupante sentimiento de orfandadad respecto de la Administraci¨®n. Perciben a esta ¨²ltima como algo extremadamente lejano, lo que deber¨ªa hacer reflexionar muy seriamente a quienes ahora se aprestan a asumir su direcci¨®n.

Pero evaluar con el objetivo de conocer y luego cambiar lo que est¨¢ mal deber¨ªa constituir el m¨¦todo normal de trabajo en el proceso educativo. Llama la atenci¨®n por ello que, aun antes de contituirse la nueva Administraci¨®n educativa, ya se oigan voces reclamando la "reforma de la reforma" de los planes de estudios de las universidades apenas puesta en marcha o la "paralizaci¨®n" de la tadav¨ªa no totalmente implantada reforma de la educaci¨®n secundaria.