Af¨¢n persecutorio

El se?or alcalde del municipio madrile?o de El ?lamo tiene un af¨¢n persecutorio contra la reciente asociaci¨®n de padres y el colectivo de maestros en general.En un principio, cre¨ªmos los, maestros que esta airada actitud podr¨ªa proceder de cierto despotismo que, por lo general, parece: caracterizar a los pol¨ªticos -grandes y peque?os-, y nos reprimimos el prejuicio para ser prudentes y dar un periodo ole, confianza al novel alcalde; tal vez as¨ª le permitir¨ªa desligarse de, la lucha municipal contra la anterior Corporaci¨®n.

El tiempo y las desacertadas actuaciones de don Emeterio P¨¦rez con gran parte de la comunidad educativa del centro nos han mostrado el concepto que este alcalde tiene de la autoridad municipal.

Desde que la asociaci¨®n de, padres inici¨®, dentro de su programa de actividades extraescolares, las clases de inform¨¢tica, el se?or alcalde ha tratado de imped¨ªrselo exigiendo un 15% de ganancia municipal, a lo que los padres se han negado.

Desde entonces ha tratado de requisar las llaves del centro y les ha desalojado por medio de la polic¨ªa local. Ellos, ampar¨¢ndose en la normativa educativa y en ser una actividad aprobada en consejo escolar, se han negado a someterse ante estos atropellos municipales.

Pero los excesos del edil se han trasladado ya a la misma direcci¨®n del centro, y con ello ha terminado por salpicar de insultos y desprop¨®sitos a todo el conjunto de maestros. Se le ha prohibido al director facilitar las llaves del centro a la APA y, claro, como el director se ha negado, el se?or alcalde, en un alarde prepotente, ha sustituido todas las cerraduras del centro, calificando de sinverg¨¹enzas y vagos a los maestros. Adem¨¢s, haciendo uso de su buena autoridad, se otorg¨® la propiedad del centro. "Aqu¨ª se hace lo que yo mando, y si no, ?para qu¨¦ soy alcalde?". Como si fuera su feudo o su empresa de construcci¨®n, alarde¨® de que "aqu¨ª [en el colegio] se hace lo que se me ponga en" los m¨¢s bajos atributos masculinos.

El Ayuntamiento de El ?lamo deber¨ªa estar m¨¢s preocupado por la ins¨®lita ubicaci¨®n de su plaza de toros -entre el pabell¨®n de direcci¨®n y servicios y el de educaci¨®n infantil- que por ser el ¨²nico poseedor de las llaves del centro, que, dicho sea de paso, debe de conseguirlas previa petici¨®n al director del centro.

Las competencias municipales en materia de educaci¨®n son claras, antes y ahora. Con la LOGSE, la titularidad del centro la ostenta el director a trav¨¦s de la Direcci¨®n Provincial de Educaci¨®n, el centro pertenece al MEC y es este organismo, a trav¨¦s del subdirector territorial, el que debe tomar cartas en el asunto; debe actuar in situ restituyendo la paz educativa entre Ayuntamiento y colegio. Debe dar su merecido apoyo al director del centro y, con ello, el respaldo a todo el claustro. Si no, otras organizaciones sociales tomar¨¢n la iniciativa, vi¨¦ndonos los docentes escasamente respaldados por una Administraci¨®n educativa que nos ignora en la distancia. y siete firmas m¨¢s.