Los profesores de ingl¨¦s demandan una formaci¨®n m¨¢s pr¨¢ctica y continua

Desde nuevos juegos para apren(ter vocabulario o m¨¦todos para dar ritmo a las clases hasta la manera de configurar el curr¨ªculo, de ense?ar los temidos phrasal verbs o de utilizar diccionarios en las clases, los profesores de ingl¨¦s no paran de buscar f¨®rmulas de ense?anza o ideas innovadoras para llevar al aula.Los profesores de ingl¨¦s de primaria y secundaria reciben con entusiasmo cualquier iniciativa en la que puedan recibir informaci¨®n. 'Las charlas te¨®ricas que se imparten en los Centros de Profesores (CEP) o en los cl¨¢sicos cursillos no tienen nada que ver con los talleres pr¨¢cticos o workshops que demandan estos docentes", explica Carmen Fern¨¢ndez Sant¨¢s, profesora en el Instituto de Bachillerato Ant¨®n Fraguas, de Santiago de Compostela, y presidenta de la Asociaci¨®n de Profesores de Ingl¨¦s de Galicia (APIG).

Los docentes quieren m¨¢s informaci¨®n sobre aspectos como la adecuaci¨®n del aprendizaje del idioma a las caracter¨ªsticas de cada alumno, sobre c¨®mo ense?ar a los alumnos a autoevaluarse o el manejo de materiales did¨¢cticos vivos (que traten del ingl¨¦s que se usa actualmente).

Las asociaciones de profeso: res de ingl¨¦s de diferentes comunidades aut¨®nomas (como las de Catalu?a, Galicia, Granada o Tenerife) han empezado ha organizar jornadas anuales a modo de talleres pr¨¢cticos, en los que se ofertan charlas simult¨¢neas, que los participantes pueden seleccionar seg¨²n sus necesidades.

"El profesor de ingl¨¦s demanda un tipo de formaci¨®n muy pr¨¢ctica para renovarse, porque lo que le interesa es el intercambio de experiencias y de ideas, sobre todo las que puede empezar a aplicar al d¨ªa siguiente", cuenta Julie McGuinness, profesora de ingl¨¦s, especializada en formaci¨®n de profesores.

Los profesores de los colegios han visto c¨®mo llegaba la reforma de la LOGSE a sus aulas introduciendo algunos cambios muy sustanciales, como la disminuci¨®n de la edad en la que los ni?os empiezan a aprender ingl¨¦s (de 11 a 8 a?os), y otros que ya conoc¨ªan de sobra, "como la participaci¨®n o la din¨¢mica de grupos", dice Fern¨¢ndez Sant¨¢s.

Ante esta demanda, las editoriales tambi¨¦n empiezan a preocuparse por ayudar a formar. Sus responsables dicen que la LOGSE les ha obligado "a ser m¨¢s realistas, porque ya no tiene sentido utilizar los libros que han funcionado bien en otros pa¨ªses", dice Manuel Grijalbo, responsable de la empresa Heinemann en Valencia y organizador de las Vjornadas de ingl¨¦s en la reforma en Valencia, en las que participaron m¨¢s de quinientos profesores. "Hemos visto que hay que hacer manuales desde aqu¨ª, para aqu¨ª y en las circunstancias de aqu¨ª".

Futuros docentes

En los nuevos planes de estudios de Filolog¨ªa Inglesa de algunas universidades espa?olas se han incorporado por primera vez asignaturas espec¨ªficas sobre c¨®mo impartir la ense?anza del ingl¨¦s. "Hemos notado un cambio abismal entre el nivel de ingl¨¦s de los alumnos actuales y los de la generaci¨®n de hace 10 a?os", dice Juan Jos¨¦ Calvo, director del departamento de Filolog¨ªa Inglesa y Alemana de la Universidad de Valencia.

"Ya no se habla de que el ingl¨¦s lo tengan que impartir profesores nativos, porque es m¨¢s importante poder aplicar la ling¨¹¨ªstica contrastiva, es decir, que el docente sea capaz de relacionar la lengua inglesa con los conocimientos del alumno y su entorno", explica Calvo. "Aunque hay algunos requisitos que deber¨ªan cumplir los alumnos que quieren estudiar Filolog¨ªa Inglesa, como tener un nivel adecuado de ingl¨¦s y, sobre todo, que no sean principiantes auditivos".