Colegios profesionales y sociedad

Las recientes pol¨¦micas sobre las oficinas de farmacia ponen de nuevo sobre el tapete la cuesti¨®n del papel de los colegios profesionales en nuestra sociedad. Cuando los colegios profesionales dicen que defienden los intereses de los ciudadanos entran en una evidente contradicci¨®n, tanto con su pr¨¢ctica, siempre dirigida a la defensa de los intereses corporativos, como con la l¨®gica m¨¢s elemental: cualquier grupo profesional que se organice separadamente tender¨¢ a defender los intereses que le son comunes, y no los de la colectividad; lo que, por otro lado, es leg¨ªtimo en una sociedad democr¨¢tica siempre y cuando estas organizaciones se basen en la libre adscripci¨®n de sus miembros, y no pretendan coartar la expresi¨®n de otros grupos o colectivos que, teniendo la misma profesi¨®n, tienen otras opiniones u otros intereses.El caso de los farmac¨¦uticos ahora, el de los m¨¦dicos antes y en general el de todas las profesiones pone en evidencia que los profesionales, aparte del t¨ªtulo, tienen poco en com¨²n. Sus opciones ideol¨®gicas son tan variadas como las de la sociedad en la que viven, y sus intereses vienen mediatizados por otras cuestiones bien distintas: trabajo, especialidad, etc¨¦tera.Los colegios, al intentar negar esta realidad, s¨®lo son un cors¨¦ a la misma, pero es m¨¢s, van contra los intereses de los ciudadanos, pues sus competencias las ejercen en detrimento de ¨¦stos (comisiones deontol¨®gicas que no funcionan, defensa de los grupos de poder profesionales, etc¨¦tera), y sobre todo dificultando la capacidad de modificaciones del ejercicio profesional que podr¨ªan mejorar el servicio que ¨¦stos prestan y el inter¨¦s general que dicen defender.

El absurdo de la situaci¨®n tambi¨¦n choca con los supuestos planteamientos liberales de los pol¨ªticos. Todos: los de quienes no hicieron nada para cambiar la situaci¨®n y los de los que no quieren saber nada del asunto y prefieren que los profesionales continuemos obligados a colegiarnos manteniendo unos colegios que van contra nuestros intereses.

Son necesarios otros colegios profesionales, basados en la libertad de colegiaci¨®n, en una profunda democratizaci¨®n y en funciones de asesoramiento y mejora de la cualificaci¨®n profesional. Con ello saldr¨ªamos ganando todos, ciudadanos, profesionales y la propia sociedad.- M¨¦dico y presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad P¨²blica.