La derecha chilena evita la reforma de la Constituci¨®n, impuesta por Pinochet
En dos votaciones separadas, el Senado chileno rechaz¨® ayer las enmiendas propuestas por el Gobierno destinadas a reformar la Constituci¨®n y terminar con las f¨¦rreas ataduras legales que el r¨¦gimen militar le dej¨® como herencia en 1990. Los partidarios de las reformas lograron 25 votos frente a 21 en contra en una C¨¢mara compuesta por 38 senadores electos y 8 designados por Pinochet. Pero para sacar adelante la tramitaci¨®n necesitaban 28 y 31 votos en cada enmienda.
A favor de las reformas constitucionales se pronunciaron los representantes de los partidos de centro izquierda en el Gobierno y cuatro de los opositores m¨¢s liberales de la derecha. En contra lo hizo el resto de la oposici¨®n y, como un bloque, los ocho senadores designados por el r¨¦gimen militar. "Nos encontramos con el absurdo que el 80% del Senado[descontando a los designados] pierde frente al 19,5%", resumi¨® un parlamentario.Una de las reformas propon¨ªa, justamente, eliminar los senadores designados que le permiten a la derecha pinochetista controlar la C¨¢mara Alta, pese a estar en minor¨ªa electoral. Las otras modificaban la composici¨®n del Tribunal-Constitucional, que puede derogar leyes aprobadas por el Parlamento, y del Consejo de Seguridad Nacional, en el que participan los jefes de las Fuerzas Armadas adem¨¢s de los m¨¢ximos representantes de los poderes del Estado.
El rechazo de las reformas termina hasta la elecci¨®n parlamentaria de 1997 la posibilidad del Gobierno de eliminar las ataduras de la Constituci¨®n. Los partidos de centro izquierda y el Gobierno, sin embargo, anunciaron que insistir¨¢n con pedir. enmiendas en la C¨¢mara de Diputados, en un gesto que parece m¨¢s testimonial y destinado a obtener dividendos electorales.
"La soberan¨ªa popular fue burlada", dijo el senador democristiano Gabriel Vald¨¦s mientras el presidente del Partido Socialista, Camilo Escalona, afirm¨® que el rechazo constituye una evidencia del fracaso de la derecha, dividida entre reformistas y duros.
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