Iluminaci¨®n N-V

Como no s¨¦ a donde dirigirme, si al Gobierno central, si al auton¨®mico, si a los locales, pues las obras afectan a los ayuntamientos de Alcorc¨®n y M¨®stoles, me tomo la licencia de que a trav¨¦s de su medio de comunicaci¨®n se ponga de manifiesto la ineficacia de alguien que yo desconozco, y que de conocer su nombre no dudar¨ªa ni un instante en ponerlo p¨²blicamente de manifiesto, pero que en alg¨²n lugar, estoy seguro, dentro de alguna de las Administraciones tiene instalada su butaca y presta sus servicios, esto ¨²ltimo se supone.Los que vivimos en M¨®stoles y utilizamos la carretera N-V vimos con agrado c¨®mo se iniciaba la instalaci¨®n de luminarias en nuestra autov¨ªa, entre las localidades de Alcorc¨®n y la nuestra. De esto hace dos a?os o m¨¢s, y como contribuyentes que somos, nos dimos cuenta que la Administraci¨®n utilizaba el dinero para algo muy necesario (principio que debe regir todo gasto); pero sin saber porqu¨¦, las obras ya casi terminadas, se paralizaron, dejando sin ultimar precisamente un tramo donde la carretera ofrece el mayor peligro, pues en menos de 200 metros existen t res salidas y dos incorporaciones en cada uno de los sentidos.

Pero si se realiza el gasto y no se pone en funcionamiento la obra, resulta que se dejan de cumplir los otros requisitos de oportunidad y eficacia. ?stos tambi¨¦n forman parte de los principios que deben regir el gasto p¨²blico, y que al parecer desconoce el funcionario de turno, pero de lo que estoy m¨¢s que seguro, es que este funcionario no tendr¨¢ la menor sanci¨®n, pues este tipo de conductas son las que parecen regir en la mayor parte de las administraciones con el consentimiento de todas las jerarqu¨ªas que en ellas existen.

Esperemos que la falta de iluminaci¨®n de la zona, donde posiblemente est¨¦n instaladas el 99% de las farolas, no d¨¦ lugar a ning¨²n accidente en el que lo que haya que lamentar sea la p¨¦rdida de vidas humanas.-