El n¨²mero 14
F¨²tbol suelto. La primera parte nos dej¨® un f¨²tbol suelto, con poca presi¨®n, con poco orden, sin control ni continuidad. Las ocasiones goteaban aisladamente como producto de iniciativas fugaces. Lo menos interesante para el equipo de casa.El ¨¦mbolo. Popescu pesa en el juego, porque sube y arrastra, pero se estrella. Es una especie de ¨¦mbolo que traslada hacia arriba el centro de gravedad del partido, pero no fija un orden de juego, ni un ritmo, ni una intenci¨®n. Sube balones que indefectiblemente se pierden. A este equipo no se le reconoce si le falta Guardiola.
Heterodoxia. En el primer gol del Bayern pes¨® la heterodoxia de Busquets, su ausencia de oficio cl¨¢sico de portero. Lleg¨® bien al bal¨®n, con tiempo, pero descuid¨® la evidencia de empujarlo fuerte hacia el costado, aunque fuera para enviarlo a c¨®rner. Lo dej¨® suelto, pidiendo a gritos el remate a gol.
Quince metros atr¨¢s. No est¨¢n los tiempos para hero¨ªsmos. Tras cazar su primer gol, el Bayern se ech¨® 15 metros atr¨¢s. Era consciente de encontrarse ante un Bar?a sin inventiva, y justito de energ¨ªa.
Figo y el 14. La segunda parte fue Figo y poco m¨¢s hasta que compareci¨® Iv¨¢n de la Pe?a. El portugu¨¦s fue de nuevo un jugador honrado y bueno, con insistencia en el desborde, pero su juego no encontraba compa?eros. Al fin, Johan Cruyff fue magn¨¢nimo con la petici¨®n del pueblo y dio entrada a Iv¨¢n de la Pe?a, con el n¨²mero 14, por m¨¢s se?as. La presencia en el campo durante algunos minutos del peque?o Buda dio argumentos a los que le consideran titular indispensable en el equipo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.