La cesi¨®n de unidades de la Guardia Civil que ofrece el PP no est¨¢ regulada por la ley

La propuesta del Partido Popular a CiU para delegar en la Generalitat el -mando de las unidades de Tr¨¢fico de la Guardia Civil no est¨¢ contemplada ni regulada en ninguna norma legal y exigir¨ªa la modificaci¨®n de una ley org¨¢nica, la de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Esta norma, de 13 de marzo de 1986, regula s¨®lo "la adscripci¨®n de unidades del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa a las comunidades aut¨®nomas" y no se refiere a la Guardia Civil, cuyos miembros dependen org¨¢nicamente del Ministerio de Defensa y tienen car¨¢cter militar.

La propuesta del PP ha colocado a CiU ante un dilema, En contra de lo que se interpret¨® en un principio, los populares no ofrecen a la Generalitat el mando transitorio de las unidades de Tr¨¢fico, mientras los Mossos d'Esquadra se vayan haciendo cargo progresivamente de las carreteras. La oferta consiste, seg¨²n fuentes de CiU, en delegar o transferir a la Generalitat la competencia de tr¨¢fico y adscribir al Gobierno de Catalu?a los efectivos de la Guardia Civil.Esta ¨²ltima medida no tiene respaldo legal y exigir¨ªa cambiar la ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Esta norma org¨¢nica contempla la creaci¨®n de polic¨ªas aut¨®nomas por las comunidades cuyos estatutos incluyen esta posibilidad o la adscripci¨®n de unidades del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa para las que renuncien a crear un cuerpo propio.

Las unidades policiales transferidas a comunidades (en la actualidad Andaluc¨ªa, Galicia y la Comunidad Valenciana) pasan a depender funcionalmente y reciben las ¨®rdenes del Gobierno aut¨®nomo, aunque org¨¢nicamente siguen en el Ministerio del Interior, que decide los ascensos y garantiza los traslados en todo el territorio del Estado. La Guardia Civil no est¨¢ comprendida en esta regulaci¨®n, ya que depende org¨¢nicamente de Defensa.

Dirigentes de CiU se?alan que, en principio, la coalici¨®n reclama que los Mossos se encarguen del tr¨¢fico y aceptar¨ªan, s¨®lo de forma temporal, el mando de la Guardia Civil por la. Generalitat. El PP saca a relucir que en los a?os 80 el Parlamento catal¨¢n estaba de acuerdo con que se traspasaran agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Pero desde entonces "ha llovido mucho y las cosas ya no son iguales", se?al¨® ayer un dirigente nacionalista. Ahora lo que se reivindica es que el tr¨¢fico en las carreteras lo regulen a medio plazo los Mossos, que adem¨¢s hablan catal¨¢n. El acuerdo no est¨¢ cerrado y se sigue negociando.

De todas formas, el significado pol¨ªtico de ejercer el mando sobre un cuerpo tan emblem¨¢tico como la Guardia Civil es una tentaci¨®n muy grande para los nacionalistas. Estos d¨ªas se recuerda a menudo que, en los a?os setenta, el entonces presidente de la Generalitat, Josep Tarradellas, defin¨ªa el poder como aquella circunstancia en que un guardia civil se cuadra y se pone a tus ¨®rdenes. La Guardia Civil ya dependi¨® de la Generalitat durante la Segunda, Rep¨²blica.

Frente a lo que creen "excesivo optimismo" de los populares, dirigentes de CiU insisten en que es pronto para afirmar que el pacto est¨¢ casi hecho. La supresi¨®n de los gobernadores civiles es otro de los escollos que subsisten en el camino de los negociadores de ambas formaciones. Los nacionalistas temen que todo se quede en un cambio de nombre y los populares afirman que designar¨¢n gobernadores y luego modificar¨¢n su car¨¢cter mediante una reforma legal. CiU esperaba ayer a ¨²ltima tarde un "largo" documento del PP que d¨¦ respuesta a sus ideas sobre financiaci¨®n auton¨®mica, traspasos, pol¨ªtica econ¨®mica y otros asuntos sectoriales.

Jordi Pujol se reuni¨® por la ma?ana con otros dirigentes de la coalici¨®n para conocer los resultados de la sesi¨®n negociadora de la v¨ªspera en Madrid. A su t¨¦rmino, uno de los asistentes, Josep Antoni Duran Lleida, manifest¨®: "El acuerdo no est¨¢ hecho. Joaquim Molins ya dijo ayer que no era cierto [como hab¨ªa afirmado el popular Mariano Rajoy] que se hubiesen completado acuerdos".

Los negociadores de CiU, seg¨²n fuentes de la coalici¨®n, se encontraron con que el PP quer¨ªa decir cosas distintas a las que ellos planteaban cuando se abord¨® la desaparici¨®n de los gobernadores civiles, un tenia en el que todo indicaba que no hab¨ªa demasiadas discrepancias. Seg¨²n esta versi¨®n, el PP quiere convertir a los gobernadores en subdelegados dependientes del delegado del Gobierno central en esa comunidad, pero nombrado por el Consejo de Ministros. Para CiU, eso puede suponer simplemente un cambio de nombre, no de sustancia, y no es aceptable.

Transferir las sedes

Los nacionalistas quieren que los gobernadores sean sustituidos por simples funcionarios nombrados por el delegado del Gobierno en cada comunidad, sin rango pol¨ªtico y sin que ocupen las sedes actuales de los Gobiernos Civiles, que deber¨ªan ser transferidas a la Generalitat. Tambi¨¦n aspiran a que esos "delegados del delegado" tengan un menor rango en aquellas comunidades que, como Catalu?a y Euskadi, disponen de competencias de orden p¨²blico.El PP se propone suprimir los gobernadores y sustituirlos por subdelegados en todas las provincias, aunque admite un car¨¢cter diferente del cargo en las comunidades con competencias de orden p¨²blico. A trav¨¦s de este reconocimiento puede abrirse la v¨ªa para superar las diferencias.

Lo que tiene claro el partido de Aznar, en contra de lo que inicialmente crey¨® CiU, es que no habr¨¢ ning¨²n vac¨ªo temporal en ese escal¨®n de la Administraci¨®n perif¨¦rica del Estado mientras la reforma adquiere cuerpo legal. Los actuales gobernadores ser¨¢n sustituidos y despu¨¦s ver¨¢n su car¨¢cter y sus funciones modificados por la norma legal correspondiente.

En cuanto a la financiaci¨®n auton¨®mica, las fuentes nacionalistas precisaron que quedan pendientes algunos "flecos" importantes: qu¨¦ tipo de topes se aplica al rendimiento de un mayor esfuerzo fiscal en el IRPF y aspectos relacionados con la agencia tributaria compartida entre el Estado y las autonom¨ªas.