El mot¨ªn en un centro de Granada fue ocultado para no da?ar el Mundial

Trece menores del reformatorio de San Miguel, en Granada, fueron conducidos indiscriminadamente a los calabozos de la Guardia Civil, donde permanecieron una noche, despu¨¦s de que la Polic¨ªa, bomberos y educadores pusieran fin a un mot¨ªn la tarde del 18 de febrero pasado. A la ma?ana siguiente, siete de los muchachos, con edades entre los 13 y los 16 a?os, fueron devueltos al centro. Muebles rotos, colchones incendiados y habitaciones requemadas fue el resultado de la revuelta que fue ocultada para no empa?ar la celebraci¨®n del mundial de Esqu¨ª.El personal del centro, de r¨¦gimen semiabierto, rechaz¨® ayer la pretensi¨®n de Asuntos Sociales de construir una habitaci¨®n de -aislamiento. Y cree que no se puede justificar la creaci¨®n de la "celda de aislamiento" en los graves incidentes ocurridos hace dos meses. A su entender, los sucesos fueron originados por un muchacho especialmente violento que, por sus caracter¨ªsticas, debi¨® ingresar en un centro cerrado. Sin embargo, el juez de Menores de Ja¨¦n orden¨® su trasaldo a Granada. Tres d¨ªas despu¨¦s de su llegada el adolescente ya provoc¨® un par de incidentes.

"Sab¨ªamos lo que pod¨ªa suceder y, de hecho recomendamos el traslado del muchacho a un centro cerrado", explic¨® Javier Sevilla, psic¨®logo. Hacia las cuatro de la tarde del 18 de febrero, empez¨® a enrarecerse la convivencia. Algunos de los muchachos reclamaron porque, a su entender, se les hab¨ªa limitado el cupo de salidas al exterior. Varios de ellos anunciaron que iban a escapar. El clima se fue tensando hasta que un grupo, al frente del cual estaba el muchacho procedente de Ja¨¦n, destroz¨® unas sillas y acorral¨® con las estacas al vigilante de seguridad.

Conforme se incrementaba la violencia, comparecieron en el centro el juez y el fiscal de Menores y varios empleados. En los dormitorios los amotinados empezaron a incendiar los colchones y algunas habitaciones fueron afectadas por los llamas.