La hora de la verdad

El espect¨¢culo previo a la investidura de Aznar como presidente de Gobierno, pleno de negociaciones, se agota. Mes y medio despu¨¦s de las elecciones, las tensiones se desdibujan y la situaci¨®n de dos pasos adelante, uno atr¨¢s no suscita emoci¨®n alguna, sino aburrimiento. La consideraci¨®n generalizada en la opini¨®n p¨²blica de que en las conversaciones entre los conservadores y los nacionalistas catalanes y vascos hay mucho de comedia le resta sentido de la realidad; superada la exposici¨®n y el nudo de la obra, los ciudadanos necesitamos el desenlace.Entonces se acercar¨¢ la hora de la verdad; primero, el an¨¢lisis p¨²blico del pacto sobre la financiaci¨®n auton¨®mica. ?Ser¨¢ un acuerdo de suma cero que no incrementar¨¢ el d¨¦ficit conjunto de las administraciones p¨²blicas? Segundo, ?c¨®mo ser¨¢ -regresiva o progresiva- la distribuci¨®n de los ingresos y gastos p¨²blicos entre las distintas zonas del Estado?

Ya sabemos que el c¨¦lebre programa oculto del PP era, en recientes palabras de Aznar, la organizaci¨®n del "Estado del siglo XXI", pero nos falta conocer si, adem¨¢s, este nuevo modelo es compatible con lo que dec¨ªa el programa electoral oficial con el que el PP gan¨® los comicios. En ¨¦l se afirmaba, por ejemplo: "La estabilidad es una exigencia interna del Estado de derecho. No puede aceptarse un proceso abierto por tiempo indefinido y de perfiles indeterminados". Con esta negociaci¨®n, ?se cierra este asunto?; ?aceptan este fin de trayecto los nacionalistas?; ?incluye el acuerdo un pacto de austeridad entre las administraciones consistente en "una informaci¨®n trimestral homogeneizada de la ejecuci¨®n del gasto, de la evoluci¨®n del d¨¦ficit y del endeudamiento de todas las Administraciones p¨²blicas y de los organismos de ellas dependientes; la garant¨ªa del cumplimiento de los acuerdos de consolidaci¨®n presupuestaria entre las administraciones p¨²blicas, estableciendo previsiones financieras cuantificadas y vinculando su realizaci¨®n a las posibilidades de endeudamiento de las administraciones territoriales y del Estado"?

?C¨®mo se compatibiliza la cesi¨®n de un tramo del 30% del IRPF, asunto en principio complicado, con la reforma y reducci¨®n de este impuesto, eje de la campa?a electoral? Esta reforma contemplaba la profunda revisi¨®n del gravamen "dirigida a simplificarlo, hacerlo m¨¢s justo y convertirlo en un instrumento eficaz para el ahorro". La revisi¨®n del IRPF, seg¨²n Aznar, contemplaba las siguientes medidas: disminuci¨®n progresiva del n¨²mero de tramos de la tarifa hasta llegar a tres, reduciendo el tipo marginal aplicable a todos los contribuyentes y situando el m¨¢ximo en el 40%. La propuesta del PP defend¨ªa la modulac¨ª¨®n del impuesto para que reflejase la capacidad econ¨®mica de los contribuyentes en funci¨®n de las "circunstancias personales y familiares", pero no dec¨ªa nada de las territoriales.

Tras la valoraci¨®n del pacto auton¨®mico, el nuevo Gobierno debe abordar otro de los puntos de su programa: el gran acuerdo social por el empleo con sindicatos y patronales. Y paralelamente iniciar la elaboraci¨®n de los Presupuestos Generales del Estado de 1997, con los que se jugar¨¢ la crebidilidad ante los mercados y las posibilidades de entrar en la lista de cabeza de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria. Tarea ingente para la que s¨®lo le quedan cuatro meses.

El problema instrumental de la investidura debe dejar de serlo cuanto antes y comenzar a gobernar. En ello est¨¢ comprometido no s¨®lo el Partido Popular, sino todas las fuerzas pol¨ªticas, cada una de ellas en el sitio que le concedieron los electores el pasado 3 de marzo.