Hablar y Callar
( ... ) Aproximadamente en la ¨²ltima generaci¨®n se ha cobrado, conciencia de la importancia que tiene el lenguaje en la vida cotidiana. Como lo demuestra el auge de los movimientos feminista y regionalista, los grupos dominados se han dado cuenta cada vez m¨¢s del poder del lenguaje as¨ª c¨®mo de la relaci¨®n del lenguaje con otras formas de poder". Este fragmento se incluye en el pr¨®logo de este libro de Peter Burke, profesor de Historia Cultural en la Universidad de Cambridge (Inglaterra), donde el autor reflexiona sobre los usos del lenguaje y su funci¨®n social, y en este sentido realiza una tarea de compilaci¨®n de investigaciones en las cuales revisa y desarrolla una minuciosa argumentaci¨®n respecto a "la brecha abierta" entre las disciplinas de la historia, la ling¨¹¨ªstica y la sociolog¨ªa, "brecha que puede y debe llenarse con una historia social del lenguaje"."Los historiadores no pueden tener dificultades para hallar ejemplos del empleo de diferentes lenguas o registros en muchos periodos de la historia. En el mundo de la antig¨¹edad tard¨ªa, por ejemplo, el griego era la lengua de la ciencia y el arte, aun para quienes habitualmente hablaban lat¨ªn". "La regla del silencio se aplicaba a ciertos grupos femeninos en particular. Por supuesto, las monjas deb¨ªan estar calladas, en tanto que la marquesa de Lambert dec¨ªa a sus lectores de la Francia de principios del siglo XVIII que 'el silencio conviene siempre a una joven mujer".
Peter Burke
Editorial Gedisa. 209 p¨¢ginas. Barcelona, 1996."
Sirvan estos pasajes para ilustrar qu¨¦ encontrar¨¢n los lectores que se adentren en su lectura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.