No cu¨¢nta, sino qu¨¦ filosof¨ªa

Qu¨¦ interesante y grato es saber que se est¨¢ rindiendo homenaje a un fil¨®sofo tan importante y carism¨¢tico como Descartes, por parte de los alumnos del instituto de bachillerato Cardenal Cisneros, de Madrid.No cabe duda de que los profesores de filosof¨ªa de ense?anza secundaria est¨¢n preocupados y agobiados por la reforma educativa que de modo inminente se va a poner en funcionamiento en este pa¨ªs y en la que evidentemente no quedan muy bien parados.

Insisten sobre la importancia que para la formaci¨®n de los j¨®venes puede tener el conocimiento de la historia de la filosof¨ªa, que parad¨®jicamente va a dejar de ser obligatoria. Los motivos para tomar esa decisi¨®n puede que sean m¨¢s importantes que la simple falta de voluntad por solventar el tema o el menosprecio.

La idea de que la filosof¨ªa interesa a la mayor¨ªa de los alumnos de COU es muy optimista, por no decir gratuita; evidentemente ser¨ªa lo deseable, pero tal y como est¨¢ planteada no se facilita demasiado la consecuci¨®n ni de ¨¦ste ni de otros objetivos tan importantes como ser¨ªa saber hacer un buen uso de la raz¨®n aprendiendo a pensar. Con el enfoque actual de la asignatura la mayor¨ªa de los alumnos se limitan a conocer y exponer de forma m¨¢s o menos memorizada las ideas y teor¨ªas que otros han formulado (fil¨®sofos).

A partir de aqu¨ª deber¨ªamos entender que no es un problema de m¨¢s o menos horas, sino de plantear la asignatura en otros t¨¦rminos. Si nos paramos a pensar un poco al respecto, no es dif¨ªcil encontrar puntos flacos o razones por las cuales la filosof¨ªa encuentra poco eco entre el alumnado de secundaria; en algunos casos se pretenden estudiar. autores o teor¨ªas nada f¨¢ciles y poco adecuadas para su madurez intelectual; en otras ocasiones, el anacronismo de los contenidos provoca aut¨¦nticas caras de estupefacci¨®n y extra?eza; tampoco conviene olvidar que hasta las ideas m¨¢s geniales que se puedan estudiar a lo largo de la historia del pensamiento son fruto de su tiempo, y aunque algunas han trascendido hasta nuestros d¨ªas, otro ya no tienen ninguna posibilidad de sobrevivir.

Efectivamente, la filosof¨ªa es algo din¨¢mico y vivo y, por tanto, cambiante, y como, tal se debe ense?ar; tomemos la historia s¨®lo como punto de partida o referencia para seguir elaborando nuevas. ideas o teor¨ªas, que sean reflejo de nuestra ¨¦poca compleja y propicia a ello.

Ense?ando a pensar a las personas s¨ª contribuimos a su formaci¨®n y madurez humana e intelectual. Si este cambio en el enfoque de la asignatura fuera posible y se abandonara la visi¨®n est¨¢tica, en la que parece que "en filosof¨ªa todo est¨¢ dicho", y que s¨®lo merece la pena remitirse al pasado para encontrar grandes postulados, posiblemente encontrar¨ªa m¨¢s adeptos o aficionados dispuestos a experimentar el orgasmo filos¨®fico del que alg¨²n profesor ha hablado en estas p¨¢ginas, y el objetivo que se pretende conseguir quedar¨ªa casi garantizado.

Nada m¨¢s importante tanto a nivel personal como social que formar j¨®venes con ideas y opiniones propias; obtendremos personas m¨¢s seguras de s¨ª mismas, con m¨¢s y mejores criterios de actuaci¨®n y, por tanto, mayor iniciativa y capacidad de decisi¨®n en todos los aspectos de la vida. Si la informaci¨®n se complementa con un buen desarrollo de la capacidad para pensar, lograremos unos ciudadanos con m¨¢s recursos para tomar posiciones.