La larga espera de los cerilleros

Los nuevos muebles de heladeros y meloneros los envidian los cerilleros que venden frutos secos, chucher¨ªas y tabaco con recargo en la v¨ªa p¨²blica. Este colectivo formado por unos setenta vendedores lleva tres a?os esperando que el Ayuntamiento cumpla el acuerdo adoptado en el pleno municipal de mayo de 1993 para dotarles de quioscos donde resguardarse. Mientras, trabajan sometidos a las inclemencias del tiempo en casetas desmontables.Fue el propio consistorio, que no acaba de instalar estos muebles, quien encarg¨® su dise?o ala empresa Primur y lo homolog¨® en el pleno del 27 de mayo de 1993. Un a?o despu¨¦s, el mismo alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa Alvarez del Manzano, manifest¨® a los cerilleros su inter¨¦s en que "pronto" pudieran trabajar en los quioscos.

Pero la ordenanza que regula la venta en la v¨ªa p¨²blica es tablece que los quioscos de estos vendedores deben ser desmontables, con lo que el Ayuntamiento esgrime que, antes de instalar los puestos fijos, debe modificar la norma.

En 1995, la asociaci¨®n madrile?a de cerilleros en la v¨ªa p¨²blica recurri¨® al Defensor del Pueblo. Y ¨¦ste sugiri¨® al Ayuntamiento que realice una modificaci¨®n concreta de la ordenanza, sin esperar a su reforma total, para que puedan as¨ª instalarse los chiringuitos aprobados. Sin embargo, en el pleno del pasado mes de marzo el consistorio volvi¨® a apelar a la necesidad de modificar antes toda la ordenanza.

Jes¨²s Monjas, presidente de la asociaci¨®n, que agrupa a una treintena de vendedores, instal¨® de forma experimental, uno de estos quioscos en la calle de Orense, donde trabaja.

"Adem¨¢s de que te proteg¨ªa de fr¨ªos, calores y lluvias como su aspecto era m¨¢s digno se acercaban clientes que no suelen comprarme en la caseta desmontable", explica para describir las ventajas de este mueble que les costar¨ªa dos millones de pesetas. Los cerilleros, trabajan con una licencia municipal para frutos secos y golosinas y con otro permiso de Tabacalera para los cigarros.