"Tengo decidido vivir en Alcal¨¢
Su hablar es c¨¢lido, y, a pesar de ser "un viejo exiliado que lleva m¨¢s de cincuenta a?os de peregrinaje por el mundo", o precisamente por eso, conserva intacta cierta imagen de narrador ancestral, capaz de transportarte a otros mundos sobre sus palabras. Es un lepiy¨², un anciano, porque existe desde hace mucho tiempo, casi ochenta a?os, pero sus ganas de acometer los proyectos le transforman en un muchacho. Desde que recibi¨®, en 1989, el Premio Cervantes en la Universidad de Alcal¨¢, ciudad que so?¨® sobrevolada por cig¨¹e?as antes de conocerla, acariciaba la idea de dar clase en sus aulas. La universidad le ha nombrado catedr¨¢tico em¨¦rito y a partir de octubre, "si el invierno no resulta demasiado duro en la meseta", se convertir¨¢ en un alcala¨ªno m¨¢s.Mientras, aprovecha para maquinar su pen¨²ltimo proyecto, utilizar la universidad como plataforma para organizar campa?as de animaci¨®n a la lectura en Paraguay. Una iniciativa que "estuvo a punto de funcionar despu¨¦s de ganar el premio, porque la tom¨® la ONU, pero que no sali¨® porque el Gobierno paraguayo no puso la parte que le correspond¨ªa".
Pregunta. ?Por qu¨¦ present¨® un proyecto para dar clases en Alcal¨¢ cuando, tras ejercer la docencia durante 15 a?os en Toulouse, hab¨ªa decidido retirarse para terminar su obra?
Respuesta. Probablemente por una cierta nostalgia de mi contacto con los j¨®venes, porque para m¨ª han sido siempre el punto vital de mi trabajo al margen de la labro literaria, que es muy solitaria.
P. ? Por qu¨¦ en Alcal¨¢?
R. Esto sucedi¨® casi como una especie de concatenaci¨®n: vino el Premio Cervantes, y, despu¨¦s de eso, la buena amistad que logr¨¦ en Alcal¨¢ de Henares propici¨® la posibilidad de que yo fuera a impartir clases all¨¢.
P. ?En qu¨¦ consistir¨¢ su curso de doctorado?
R. Se titula Aprendizaje human¨ªstico a trav¨¦s de la literatura, y ser¨¢ un trabajo en equipo con los participantes, una tarea de elaboraci¨®n de textos, una especie de base te¨®rico-filos¨®fica de lo que es la literatura en funci¨®n de los valores que expresa en un mundo como el nuestro, dominado por un avance tecnol¨®gico desaforado.
P. Usted escribe en castellano; por residir en Francia, hablar¨¢ en franc¨¦s. ?En qu¨¦ idioma sue?a?.
R. Sue?o en espa?ol, y a veces en guaran¨ª, pero es m¨¢s bien la atm¨®sfera de una lengua determinada.
P. ?Va a ser usted un vecino m¨¢s de Alcal¨¢.
R. Precisamente estaba pensando en ese problema. ["?Hay posibilidad de tener una casa en Alcal¨¢?", pregunta a un responsable de la universidad]. S¨ª, tengo decidido vivir all¨ª, porque ir y venir a Tolouse puede ser muy cansado; casa con dos puertas...
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